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Hace falta el vigor de la palabra bien dicha, la que insinúa, la que hace vibrar el espíritu cuando se pronuncian amor y amistad en medio de una dinámica en la que la agenda informativa lo copa todo en los medios y los reyes son los opinadores, los que toman partido y los que van en el mismo bus de los acontecimientos.

Por eso puede resultar raro y exótico que en el mismo espacio en que las noticias son las protagonistas, se propusiera en el programa Al Fin de semana leer poesía y literatura como un ejercicio para entender que en la vida cotidiana hay otras narrativas y que hay otras palabras que se pueden pronunciar más allá de agresión y polaridad.

Claro que no hay poesía en la dura realidad que vivimos, pero resultó gratificante que un grupo de artistas, escritores, poetas, deportistas, locutores y periodistas se atreviera a dejar volar la imaginación con textos bien intencionados, aunque expresados a veces con rabia y dolor.

Del libro “Historias de Cronopios y Famas” de Julio Cortázar, la actriz Ana María Medina leyó un aparte de sus instrucciones para amar, insistiendo que en los temas de la seducción es necesario “no exagerar”, que “las caricias extras producen un mejor efecto” y que “no hay que preocuparse de las almohadas” en el instante supremo en que se produce esa suave “fusión de labios”.

Recordamos que Cortázar insinúa en su manual de instrucciones un ejercicio para llorar: “Dirija la imaginación hacia usted mismo y si esto le resulta imposible por el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas”.

Soledad y muerte tienen otra acepción cuando está precedido inevitablemente de la palabra amor, como en el poema “Los Amorosos” de Jaime Sabines leído por Andrea Silva y que habla de esa eterna búsqueda en la que “los amorosos callan”, “no encuentran, buscan”, “siempre se están yendo a ninguna parte” y “saben que nunca van a encontrar”.

Parece un dilema de la política actual, pero habla de esos amores incómodos y difíciles, en contravía de la emoción que trasluce un texto escrito por Vinicius de Morales y que hace una apología de la verdadera amistad.

El locutor Edison Barón compartió el texto que reitera un precepto que hace tanta falta por estos tiempos y que pide “no traicionar con mentiras”, tras lo cual insiste que como requisitos fundamentales de la vida “se necesita un amigo que sea humano, que tenga sentimientos, que sepa hablar y callar”.

Con el sonido de fondo de “La Cucharita”, el maestro Jorge Velosa usó una décima para invitar a cultivar el amor y la amistad para lograr una mejor sociedad, tras reiterar que “son un sentimiento que no se pueden medir, pero que se hacen sentir con todo su fundamento”.

Coincidiendo con la conmemoración del centenario del nacimiento de Mario Benedetti, varios de nuestros invitados en Al Fin de Semana compartieron textos del escritor y poeta uruguayo.

El locutor Juan Carlos Arenas leyó el poema “Corazón Coraza” para decir “existes mejor dónde te quiero”, hablar de “heridas que duelen como dos”, insinuar el vigor de una eterna búsqueda para concluir con esos dilemas del espíritu y asegurar “aunque te tenga y no”.

“Contar conmigo, no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo”, se oyó en la voz del propio Benedetti, mientras la periodista Uchi Levy leyó “Mucho más grave” para hablar del amor como una bahía linda y poderosa en dónde los barcos llegan y se van y terminar suplicando “pero vos, por favor no te vayas”.

Es emocionante disfrutar de la palabra bien intencionada, aunque también en el amor, como en todas las cosas de la vida, fallemos.

Produce emoción escuchar la magnífica voz del locutor René Figueroa repasando uno de los poemas de Neruda que sube en emoción al momento en que se pronuncia “una palabra entonces, una sonrisa basta” y a Sergio Mario Ruiz leyendo un aparte del “Diario de El Chavo” que cuenta como Patty produce “un ruidito muy quedito cuando llora” y en el recreo “su pelo se hace así… muy bonito”.

El escritor español Miguel Gane leyó un poema de su autoría en el que describe su idea obsesiva de que “solamente sobrevivamos tu yo en la tierra”, para terminar con una frase demoledora que es una invitación a imaginar que en estos tiempos de caos “somos los primeros humanos en este mundo, en inventar el amor”.

Natalia Soriano, una joven estudiante de creación literaria, habló en su poema del amor infinito por las mamás, a quienes atribuye entre otros oficios “barrer los espíritus y guardar sus zapatos”, “limpiar la cara de la Virgen María, porque los santos también sudan y “cortar las uñas a los ángeles y darles aguadepanela”.

Kelly Cabana estuvo con su voz para recordar el eterno dilema de los amores prohibidos y posibles de Vargas Llosa en “La Tía Julia y el escribidor” y la narradora Karen Arévalo desde Brasil compartió el texto “Alas”, del argentino Marcelo Guerrero. que habla de la eterna complicidad del sol con las abuelas y termina haciendo una confesión de amor infinito: “Si me preguntan que es el amor, el amor es mi abuela”.

La joven escritora Laura Daza compartió su “Poema de alguien que no sabe nade de poesía” y que habla de la ausencia de un amor comparado con la salsa y el montuno y plantea la nostalgia con esos dilemas modernos: “Si no llamas tú, no hay nadie con quien me interesa hablar. Para eso existe WhatsApp, para que escriba la gente con la que uno no quiere hablar”.

En medio del agobio de tantas noticias, a veces es necesario pronunciar otras palabras y abocar una visión particular de la vida, con otros tonos, con otras narrativas, aunque esto no amerite ni un titular, ni un like.

Fuente

RCN Radio

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