Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

La reciente muerte del poeta estadounidense de origen serbio Charles Simic a la edad de 84 años hizo que varios medios se refirieran a la naturaleza de su trabajo atravesado por los recuerdos de la guerra y su niñez.

“El poeta rememora los juegos de su infancia durante los bombardeos en una Europa asediada y nos recuerda que en todas las guerras nuestros nombres se incluyen entre las víctimas”, se lee en la presentación de su libro “Poesía”, que es una recopilación de su trabajo entre 1960 y el año 2020.

A Simic se le recuerda por haber sido el ganador del Premio Pulitzer en el año 1990 por “El mundo se acaba”, el único libro de poesía escrito en prosa que ha obtenido este reconocimiento.

Nació en Belgrado, pero emigró en 1954 a los Estados Unidos, en donde residió hasta su muerte.

Los medios calificaron a Simic como un icónico poeta o “la voz más irónica y pop de nuestro tiempo”, como lo calificó el periódico ABC de España, “una de las voces más desenfadadas e innovadoras de la poesía norteamericana”, escribió El País de España “un estilo en el que la ironía descarnada es protagonista”, como escribió la HJCK.

De este candidato al Premio Nobel de literatura buena parte de los críticos coinciden en destacar un poema titulado “Miedo” y que describe esa sensación generalizada de agobio.

El miedo pasa de hombre a hombre

Sin saberlo

Como una hoja pasa su estremecimiento

A otra.

De repente todo el árbol está temblando

Y no hay señales del viento”.

Poeta laureado en Estados Unidos en los años 2007 y 2008, Simic recoge en sus textos cuadros reales sobre la naturaleza del hombre, sobre los tiempos que vivimos y los eternos retos que afrontamos.

En su poema “Anuncio” desglosa esa dualidad innata de los seres humanos, esas luces y sombras que nos hace tan únicos y que nos persiguen como un perro.

El hombre interior

No es el cuerpo

el que es un extraño.

Es alguien más".

Esos dilemas del espíritu que parecen tan lejanos en estos tiempos en los que solamente parece indispensable “facturar”, como en la canción de Shakira, y en los que somos unos extraños tratando de reconocernos.

Una mirada en la que hay “espacio, mucho espacio vacío” como en su poema “Tapiz” y “hombres dormidos bajo su sombrero”, esperando con asombro el momento en que abrirán los ojos.

En una reseña sobre Simic escrita por Ramón Hondal para Rialta Magazine se lee que “algunos de sus poemas poseen una fuerza metafísica, surreal, mientras otros son retratos realistas cargados de violencia y desesperación”.

Pero también podría decirse que los hay despojados de toda pretensión, sencillos como “Atardecer”, que insinúa “que todo sea simple. Que todo esté quieto sin una dirección final” o la “col que simboliza el amor misterioso” y es partida en dos “con un solo golpe de su cuchillo”.

Murió el hombre que alguna vez recibió “la beca al genio” y describió tan certeramente “Los placeres de la lectura” desde la figura de su padre que lee en su lecho de muerte “Las memorias de Casanova”.

Cada vez que pasa una página,

puedo escuchar a mi padre pasarla también,

como si ambos leyeran el mismo libro”.

Fuente

RCN Radio

Encuentre más contenidos

Fin del contenido.