La Polonesa en Cartagena

Además de emblema turístico e histórico, Cartagena de Indias se ha convertido en epicentro cultural de Colombia y el mundo, ya que desde los albores del año celebra varios eventos de importancia internacional. Su oferta artística y académica se suma en enero a la turística, reconocida en todo el planeta. Me refiero a eventos como el Festival Internacional de Música y el Hay Festival, que se han incorporado de forma significativa a la temporada vacacional de cartageneros, colombianos y extranjeros.

Las alegrías y nostalgias de la celebración del Año Nuevo no se habrán terminado de disipar en el ánimo de la gente cuando del 5 al 13 de enero de 2023 la reciban los melodiosos acordes del Cartagena Festival de Música. Como quien dice, playa, brisa, mar y música en esta decimoséptima versión dedicada a “El Canto de la Tierra: Música entre nacionalismo y cosmopolitismo en el siglo XIX”. La temática gira en torno a las creaciones de compositores de países europeos que a través de elementos nacionales y tradicionales enriquecieron el lenguaje de la música universal.  

Esta versión del Festival de Cartagena, una musical e inspiradora forma de empezar el año, está conformada por un programa de 26 conciertos, que serán interpretados por agrupaciones, solistas e invitados nacionales e internacionales muy especiales como la Orquesta de Cámara de Praga, que, en calidad de orquesta residente, será protagonista de siete presentaciones.

Así mismo, agrupaciones y solistas muy especiales como el Cuarteto Pražák, el Cuarteto Meccore, la mezzosoprano Anastasia Boldyreva, el violista Antonello Farulli, el violinista Giuseppe Gibboni, el cornista Guido Corti y el grupo vocal tradicional Eva Quartet, entre los internacionales. Y entre los nacionales: la pianista Teresita Gómez; la Orquesta Filarmónica de Mujeres, de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, dirigida por Paola Ávila; la Orquesta Sinfónica de Cartagena; el violonchelista Santiago Cañón-Valencia; la pianista Ana María Orduz; el Bogotá Piano Trío; el Cuarteto Q-Arte, y mi tocayo el clarinetista José García.

Para el director general del festival, nuestro paisano, el italiano Antonio Miscenà, quien desde este año goza también de la nacionalidad colombiana, son muchas las razones para ir a disfrutar de este reconocido evento internacional. Entre éstas me destacó tres:

“Uno, me parece interesante el actual tema de la cultura nacional y de la contribución que la música ha aportado a la cultura nacional, a la identidad nacional; dos, porque están músicos importantes que interpretan el programa del festival (…); tres, porque el festival es siempre un evento de gran entusiasmo, donde están muchos jóvenes y en el que se puede aprender mucho. Uno puede participar en todos los programa informativos, divulgativos del idioma musical, y es también una contribución importante a la formación del público”.

Y me complementó: “La música contribuyó mucho a construir la identidad nacional. ¿Cómo contribuyó? Regresando a los valores originales, los valores de la tradición, de la tierra, los valores populares, y de aquí salió toda una renovación del lenguaje musical (…). Produjeron una música con colores, armonías, ritmos nacionales. Ese es el sentido del tema de este festival”.

Mención aparte merece el amplio y profundo componente académico, conformado por decenas de charlas, clases magistrales, cursos, clínicas, talleres y hasta un diplomado de música de cámara. Expertos de la Escuela de Lutería de Cremona (Italia) vendrán a compartir su conocimiento con los estudiantes e inscritos, así como son muy esperadas las conferencias musicales que imparte el maestro Giovanni Bietti sobre el repertorio de cada día.

Entre muchas otras, en bellos y representativos escenarios como el Teatro Adolfo Mejía, las capillas de los hoteles Santa Clara y Santa Teresa, el Palacio de la Proclamación y el Centro de Convenciones se podrán escuchar obras maestras del nacionalismo universal de todos los tiempos, a saber: Elegía para orquesta de cuerdas “En memoria de Iván”, del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky; Seis danzas folclóricas rumanas para orquesta de cuerdas, del húngaro Béla Bartok; Danzas checas, del checo Bedřich Smetana, y la Polonesa del polaco Frédéric Chopin.

Qué sueño feliz comenzar el año en Cartagena de Indias (la “Ciudad Heroica”) en esa inspiradora atmósfera de playa, brisa y mar, y música como la de las nacionalistas, majestuosas y heroicas notas de la Polonesa de Chopin. 

Durante los más de tres lustros de vida del festival ha estado al frente su fundadora y presidente, la infatigable Julia Salvi, al igual que su patrocinador y socio principal, la Organización Ardila Lülle, a través de sus empresas Postobón, RCN Televisión y RCN Radio. Esta edición del festival se realiza en memoria de Carlos Ardila Lülle y de su señora, Eugenita Gaviria de Ardila, quienes fallecieron el año pasado. Nos siguen acompañando su espíritu y su legado.