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Aunque el gobierno insiste en que no es una reforma tributaria sino un mecanismo para financiar la pandemia, lo cierto es que la llamen como la llamen será un asalto a los colombianos que tendrán que sacar de su bolsillo unos dineros que no tienen presupuestados ni que se compadecen con sus ingresos reales.

Esta semana el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, no solo confirmó que sí  se presentará una reforma tributaria al Congreso en la que se incluirán varios cambios con el objetivo de recaudar más de $15 billones sino que, además, explicó que el aumento en el cobro del IVA para muchos productos se hará con base en aquellos que no son básicos, aunque sí de consumo masivo.

Difícil de entender. Especialmente cuando dice que productos como el café no son alimentos básicos sino de alto consumo pero nada más. Entonces ¿qué va a pasar para quienes cuando vayan a la tienda del barrio a comprar media libra de café se encuentren con que ya no le aplicarán el 5% sino el 19% de IVA sobre su precio real?

Los que saben del tema pero no ostentan título de economistas (que siempre defienden los incrementos y nuevos impuestos que determina el gobierno) coinciden en señalar que, si pasa la reforma como está concebida, va a desplazar a la enorme población de clase media hacia la clase baja y los de clase baja a engrosar el preocupante grupo de la llamada población vulnerable.

El chocolate, la sal, el azúcar y el café figuran entre los productos que verán sensiblemente incrementado el Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 5 al 19%. Y no es descabellado que dejen de ser de alto consumo o consumo masivo como dice el gobierno pero que en la vida real dejen de ser de los productos básicos de la canasta familiar que como la leche, los huevos o el pan forman parte de la dieta diaria de los colombianos.

Es más en muchos, muchísimos hogares colombianos, un día cualquiera puede faltar la leche o los huevos pero en todos habrá siempre un chocolatico en agua o un tintico para calentar el día. O, pues al paso que vamos, si se aprueba en el Congreso la propuesta del gobierno, lamentablemente desaparecerán como los otros tantos productos básicos que se han ido quedando por el camino con tantos impuestos y tantas reformas.

Para el gobierno, representado en el viceministro Londoño, porque el ministro nunca ha dado la cara y menos con temas tan sensibles como éste, la reforma es necesaria porque con esos recursos se podrá atender a la población más vulnerable, a los más necesitados como consecuencia de la pandemia.

Mientras tanto,  varias organizaciones sindicales anunciaron para el 28 de abril un paro nacional en rechazo por la reforma tributaria y para que se concrete una renta básica para los colombianos y a favor de que se respete la negociación colectiva del sector público.

Y en el Congreso tampoco se augura mucho respaldo a la iniciativa del gobierno aunque la oposición asegura que están convenciendo a los partidos afines al gobierno para que voten favorablemente el proyecto.

Sin embargo, otros advierten que ni los mismos congresistas afines al gobierno del presidente Duque estarían dispuestos a apoyar el proyecto, por la sencilla razón de que está iniciando el periodo de campaña para las elecciones presidenciales del 2022 y que esa reforma definitivamente haría mucho daño a los que la defiendan, la impulsen y la saquen adelante.

Es un costo político que no están dispuestos a pagar los aspirantes al nuevo Congreso y menos los que vayan a disputar el voto de los colombianos para llegar a la presidencia pero eso aún está por verse. En política nunca nada está escrito. Aprovechemos el tintico que tanto gusta a todos los colombianos y a los no colombianos por su favor, su significado y su emblemático símbolo de ser un producto nacional de los más pedidos y reconocidos en el mundo.

Fuente

RCN Radio

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