Vacunarse, una esperanza de vida

El planeta se acerca a los dos años de la más devastadora pandemia de toda la humanidad y si bien algunas naciones han podido enfrentar el covid19, la gran mayoría sigue luchando por conseguir en el menor tiempo posible la inmunidad de rebaño que permita volver a la vida como era antes de diciembre de 2019.

Los laboratorios por su parte trabajan sin descanso en la producción de más biológicos que puedan enviarse a todos los rincones del planeta, teniendo en cuenta que la mayoría de vacunas requieren dos dosis para la inmunidad de las personas, y se prioriza la vacuna de una sola dosis para los lugares más lejanos y de difícil acceso de manera que se pueda garantizar en el menor tiempo posible su aplicación.

Lo cierto es que la guerra contra el covid19 se tiene que dar desde todos los flancos sin bajar la guardia un solo instante y es por eso que parece increíble que existan tantas personas en el mundo que se rehúsan a aplicarse la vacuna porque desconfían de su efectividad y creen que por el contrario, su aplicación puede ser contraproducente.

Hoy, países como Colombia enfrentan una de las situaciones más críticas del continente porque a las nuevas variantes del virus que llegan procedentes de distintas partes del mundo se suman los paros, las marchas, las fiestas clandestinas, la protesta social, la indisciplina, la incredulidad, el caos.

Vacunarse no es una opción, es una necesidad! Y debe ir de la mano del auto cuidado, de los protocolos de bioseguridad; del lavado constante de manos, del distanciamiento social, del uso permanente del tapabocas, de cuidarme yo y cuidar de los míos. Es responsabilidad, es amar la vida, mi vida, nuestra vida!

Es saber y sentir que de mi depende que se avance hacia la inmunidad de rebaño, que así haya tenido covid es necesaria la vacuna según los tiempos establecidos para ello; que mientras tanto todo debe seguir como si nada, acatando cada protocolo de bioseguridad, cada medida de protección y autocuidado.

Es tan doloroso ver cómo cada día mueren más personas esperando una cama UCI, o intubados luego de semanas y semanas de luchar infructuosamente contra el virus. Duelen las cifras que cada 24 horas rompen su propio récord. Hombres, mujeres, personas jóvenes con o sin comorbilidades.

Apenas hace unas horas cuando estaba terminando esta columna, se conocía el reporte del Ministerio de Salud con las cifras de nuevos contagiados y fallecidos en las últimas 24 horas: 32.997 nuevos casos detectados y 689 muertos.

El número de víctimas mortales es equivalente al accidente de tres Airbus en un solo día, esa es la cifra de 689 muertos por covid-19 en solo 24 horas. Lo que demuestra que el virus y sus nuevas variantes está imparable, fuera de control y así seguirá por lo menos durante las próximas dos semanas.

Por eso, la vacunación no es una opción sino la posibilidad más certera de lograr la inmunidad. Hay que vacunarse! Y aún después de inmunizados con las dos dosis hay que seguir con el autocuidado, el lavado constante de manos y el distanciamiento social. No de otra manera vamos a lograr combatir el covid-19.

Camino por recorrer aún queda y toca no ahorrar esfuerzos para poder avanzar sin contagiarnos, o en caso tal, manejarlo con aislamiento en casa y cuidados domésticos de manera que logremos terminar el año vivos y sanos. El 2022 tiene que ser un año diferente a los dos últimos y el conseguirlo está en nuestras manos.