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Montecristo sigue vivo en El Santuario

Foto: RCN La Radio



Por: Carlos Brand

Ramón Arturo Gómez Zuluaga, un profesor de filosofía habitante de El Santuario, oriente antioqueño, quiere mantener viva la memoria del humorista más icónico de Colombia: Montecristo.

Cuando un colombiano escucha la palabra Montecristo no se imagina una obra de la literatura universal o un noble contribuyendo a la revolución francesa. Para cualquiera en nuestro país, ese nombre recuerda la alegría de un paisa inolvidable.

"Y yo soy una mujer muy de malas, soy más de malas de ese torero (…) ese torero que lo cogió un toro en una Feria del Libro", decía el humorista en uno de sus chistes.

Ramón Arturo Gómez también lo escuchó cuando era niño.

"Cuando yo era niño escuchaba Las Aventuras de Montecristo, y entonces lo escuchaba todos los días, mi mamá también lo hacía todos los días", recordó este paisa.

El Clásico RCN pasó por El Santuario, el pueblo antioqueño que adoptó a Guillermo Zuluaga, aunque para ser estrictos, fue él quien adoptó al pueblo, a tal punto que en uno de sus programas radiales se llamaba a sí mismo Montecristo Santuario y Zuluaga.

El profesor Ramón, como es conocido en El Santuario, pasó de la diversión al estudio e investigó y escribió hasta lograr una publicación llamada Montecristo, El Genio del Humor, como un homenaje al hombre creó el humor colombiano.

"El papá quería que fuera médico pero se dedicó fue a contar chistes y le decían que a punta de chistes nadie se gana la vida, luego a Cali lo invitaron a una emisora para que cantara, pero como cantor era pésimo entonces para no dejar el show a medias pidió que le dejaran contar un chiste y ahí se quedó 50 años contando chistes en la radio", comentó.

Destacó el profesor que el humor era sugerente y dejaba mucho a la imaginación de su público.

"A él le decían que hacía chistes de doble sentido, él les decía que solo comentaba anécdotas y el doble sentido se lo pone el oyente", dijo al respecto.

El Santuario recuerda con un museo a ese gran personaje de la radio en Colombia, el profesor de filosofía y la memoria auditiva de un país no dejarán que se olvide.