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Terrenos fumigados con glifosato en Antioquia
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La coordinadora de política de drogas de la organización Dejusticia, Isabel Pereira, dijo que el decreto que firmó el presidente Duque y con el que se permite de nuevo el uso del glifosato para las aspersiones aéreas de cultivos ilegales, es una muestra de que “al Gobierno del presidente Duque no le interesa escuchar a los campesinos, a la comunidad académica y a las Naciones Unidas”.

En diálogo con RCN Radio, la experta dijo que ese decreto se ve como “una terquedad del Gobierno" frente a las peticiones de las comunidades para hacer efectivo y cumplir con los mandatos del Acuerdo de Paz, toda vez que el escenario internacional ha cambiado y ya no estaría de presente las presiones que se pudieron generar en el gobierno de Donald Trump.

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“El panorama desde el gobierno Pastrana ha cambiado radicalmente. Hoy no es aceptable considerar ciertas medidas en nombre de eliminar la coca y hay un consenso de que hay que ir más allá de la presencia de la planta misma y determinar cuáles son las razones de que la gente solo tenga opción de sobrevivir con la presencia de ese cultivo”, dijo.

Audio

(Audio) Isabel Pereira coordinadora de políticas de drogas de Dejusticia, sobre regreso de aspersión aérea con glifosato.

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La experta señaló que la experiencia en el país es negativa, ya que “los cultivos se desplazaron a otros territorios, porque nunca se solucionó el problema de raíz, que era la condición de pobreza de los campesinos”.

Isabel Pereira dijo que el Gobierno ha recibido varias peticiones de comunidades y de organismos internacionales para no volver al glifosato, porque trae consigo daños graves como “abortos, cáncer, afectaciones a las fuentes hídricas y pérdida de productividad de los suelos, entre otros”.

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En ese sentido, dijo que desde el Ministerio de Defensa, el Gobierno debería preocuparse por determinar las causas que generan “la violencia y que van más allá de la presencia de cultivos ilícitos, sino de disputas territoriales”

Finalmente, la investigadora de Dejusticia concluyó que la fumigación va a recrudecer más la violencia, “va a exacerbar un descontento social que hay en las poblaciones cocaleras, frente al grado de incumplimiento de los programas de sustitución”.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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