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El senador Álvaro Uribe se ha convertido en el defensor a ultranza del presidente Iván Duque
El senador Álvaro Uribe y el entonces candidato Iván Duque en plena campaña.
Colprensa

The Economist, la revista semanal con sede en Londres, aseguró que el presidente de Colombia, Iván Duque, tiene en su propio partido, el Centro Democrático, la "principal dificultad" de su gestión. 

"Una ráfaga de viento golpeó la Plaza Bolívar en Bogotá mientras Iván Duque prestó juramento como presidente de Colombia el 7 de agosto. Durante su discurso de toma de posesión, pronunciado en un escenario masivo atestado de presidentes latinoamericanos y otros dignatarios, un hombre luchó por protegerlo de una ligera lluvia con un paraguas. Tratando de desterrar la amargura de una campaña electoral polarizada, Duque prometió "gobernar Colombia con un espíritu de construcción, nunca destrucción"", se lee en The Economist.

Sin embargo, recuerda el medio, su tono reconciliador contrastó con el discurso de Ernesto Macías, presidente del Congreso. Esa situación, de acuerdo con el prestigioso medio, deja ver que el Centro Democrático no está dispuesto a que Iván Duque cambie de rumbo, tal cual sucedió con el expresidente Juan Manuel Santos, quien llegó de la mano del uribismo al poder y luego se alejó de la colectividad. 

"El contraste ilustra la principal dificultad política que enfrentará el nuevo presidente: mantener el apoyo de su partido, militantemente opuesto al acuerdo de paz, mientras corteja a otras fuerzas para promulgar sus prioridades legislativas, incluida la reforma del sistema de pensiones", señaló el citado medio.

"La clave para controlar al Centro Democrático es la cooperación con Álvaro Uribe, un expresidente que ha sido el jefe político del señor Duque. El nuevo presidente ha nombrado favoritos de Uribe para dirigir los ministerios de Defensa (Guillermo Botero), Interior (Gloria María Borrero) y finanzas (Alberto Carrasquilla). En julio, Uribe renunció a su puesto en el Senado después de que la Corte Suprema lo llamara para testificar sobre las denuncias de que había sobornado a testigos para que se retractaran de su afirmación de que está vinculado a las AUC, un grupo paramilitar que se desarmó durante su presidencia. El señor Uribe niega las acusaciones. Él suspendió su renuncia después de que sus abogados pidieron que tres jueces de la Corte Suprema, a quienes consideran parciales, se aparten del caso. Pero mientras el futuro del expresidente esté nublado, las relaciones del señor Duque con su partido serán inestables", agregó.

"Las ráfagas recién comienzan", agrega The Economist, al sugerir que Iván Duque será medido por el Centro Democrático en asuntos de guerra y paz. "En otras áreas, él tiene una mano más libre. La mayoría de los miembros de su gabinete son tecnócratas", agregó.

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