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Cultivos ilícitos
Cultivos ilícitos.
Colprensa (referencia).

El componente de la Farc en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) se queja por los incumplimientos en la implementación, la descoordinación institucional y la falta de voluntad del Estado para cumplir los acuerdos de paz.

En un comunicado, afirma que estos hechos “siembran desconfianza, incertidumbre y desesperanza entre las comunidades y estimulan la persistencia del narcotráfico como empresa criminal transnacional que amenaza la paz y la reconciliación nacional”.

El componente de la Farc en el PNIS hizo un balance durante tres días de la puesta en marcha de este programa, que hace parte de los acuerdos de La Habana en el punto de solución al problema de las drogas de uso ilícito.

Llegó a la conclusión que la solución requiere celeridad y voluntad política del Gobierno y del concurso de la comunidad internacional, “atacando a los eslabones más importantes de la cadena del narcotráfico y desmontando las estructuras de corrupción y criminalidad por medio de las cuales el narcoparamilitarismo ejerce poder en buena parte del territorio nacional”.

La Farc señala que las comunidades campesinas dedicadas a los cultivos ilícitos están dispuestas a sustituir la coca, amapola y marihuana en los términos que establece el PNIS y una muestra de ello –dice-  es que hay 124.000 familias con 96.000 hectáreas comprometidas en ese objetivo.

“Al Gobierno nacional le ha faltado concentrar esfuerzos, disponer recursos e impulsar iniciativas productivas que permitan la sustitución de los ingresos de los cultivos de uso ilícito por economías legales alternativas y promisorias”, advierte.

Acota que el fracaso hasta el momento “es responsabilidad del Gobierno nacional y de los enemigos de la paz“.

Los voceros del partido Farc enfatizan que “a juzgar por el desarrollo del programa, pareciera que el gobierno solo está interesado en que las comunidades cumplan con el retiro de las plantaciones de coca, amapola y marihuana, más no en superar los problemas estructurales de atraso, pobreza y abandono al que han estado sometidas nuestras poblaciones campesinas por parte del Estado”.

Subrayan que luego de un año de implementación del programa, “no existe un solo proyecto productivo, no se le han cumplido ninguna de las obligaciones adquiridas con los recolectores, no se atiende a las familias productoras de marihuana y amapola y a las familias beneficiarias del PNIS que están en zonas de PNN y ZRF no se les están ofreciendo alternativas viables de sustitución de cultivos”.

Añaden que los programas piloto de sustitución de cultivos de uso ilícito “solo han servido para hacer propaganda institucional, tomar la foto para la galería y generar falsas expectativas, pues en ninguno de estos se ha implementado el PNIS en su integralidad y los resultados son precarios”.

El componente de la Farc en el PNIS afirma que una de las mayores dificultades en la implementación de este programa  es la existencia de “estructuras  paramilitares al servicio del narcotráfico y de intereses políticos y económicos que se fortalecen con dineros provenientes de las mafias del tráfico de drogas y del lavado de activos”.

Asegura que, mientras tanto, el gobierno no muestra resultados en el combate y desmonte de estos grupos sucesores del paramilitarismo y sus redes de apoyo.

Sin embargo la Farc señala que pese a las dificultades, el programa es su juicio “la mejor alternativa a la vista para la sustitución de cultivos de uso ilícito. En todo caso, contamos ya con una importante experiencia, herramientas legales, instancias de participación comunitaria, voluntad de las comunidades, disponibilidad política de la Farc, apoyo internacional, acompañamiento de Naciones Unidas, interés de sectores empresariales. ¿Qué nos falta? Mayor determinación del gobierno nacional y menos enredo burocrático”.  

Fuente

Sistema Integrado de Información

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