Rigoberta Menchú pide “que se haga justicia pero con pruebas” en caso Santrich
La premio Nobel de Paz en 1992 habló sobre la polarización política que vive el país.
Rigoberta Menchú, premio Nobel de Paz en 1992, opinó que en el caso del exjefe de las Farc Jesús Santrich –trasladado el jueves a una sede de la Conferencia- debe haber justicia pero con pruebas contundentes.
“Porque una justicia penal no se adivina sino que se prueba y, según la doctrina jurídica, es inocente el que todavía no le prueban si tiene culpabilidad”, afirmó la líder indígena guatemalteca.
“En ese sentido he llevado muchos juicios en Guatemala, hemos sentado a los acusados en banquillo y hemos probado su culpabilidad. Pero no veo la justicia así como en abstracto, no puedo”, afirmó Rigoberta Menchú.
A su visita a Colombia, Menchú habló sobre el debate que se vive en Colombia a portas de las elecciones presidenciales y la polarización política. Invitó a los jóvenes y la ciudadanía en general a votar para que no haya abstencionismo.
“Lo único que me toca hacer es llamar a la mesura; en primer lugar porque el no ofender al otro, el no agredir, el no querer ganar por agresión es una regla ética que se tiene que cumplir”, afirmó la Nobel de paz.
Rigoberta Menchú llamó a los colombianos a la reflexión y la conciencia política: “La gente debe valorar por quién votar. Por el más mañoso o por el menos mañoso, que eso es desafortunadamente los escenarios qué hay en estas contiendas”.
“Lo que yo pienso es que la gente es dueña de su voto y de su conciencia. Ojalá que el voto que haga la gente sea consciente, que no se abstenga porque el abstencionismo es dejar la decisión total en manos de quien gana”, aseguró.
Reprochó que ahora la ciudadanía elija menos que ahora. “La gente ni siquiera elige y más vale el que vota aunque se equivoque que el que se quede y deja que elijan por ellos”, afirmó.
La premio Nobel llegó a Colombia por invitación de la Universidad la Salle que hace un análisis sobre el posconflicto y la reconciliación.
Allí, Rigoberta Menchú escuchó a jóvenes mujeres que hicieron parte del conflicto y ahora lideran proyectos productivos y culturales.
