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Embarazos y alquiler de vientre. Referencial.
Mujer en embarazo.
AFP

El proyecto de ley que busca reglamentar la subrogación gestacional o alquiler de vientre en Colombia, radicado en el Congreso de la República, ha generado distintas reacciones cuando establece que se prohíbe con fines lucrativos y se garantizan los derechos de la mujer, los niños y niñas.

En principio, el fiscal de la Asociación Colombiana de Defensores de Familia, Leonel Barreto, afirmó que esta iniciativa -liderada por los ministerio de Salud y Justicia- atenta contra la vida y la dignidad humana.

“Es una iniciativa que afecta los derechos de las mujeres y de los niños, porque cosifica a los niños y a las mujeres que, además, las instrumentaliza (...) Es regresivo y va en contravía de normas que han sido luchadas por las mujeres en la búsqueda de respeto por sus derechos y la eliminación contra todas las formas de violencia”, indicó Barreto.

Dijo que es evidente que se instrumentaliza a las mujeres para que alquile una parte de su cuerpo, para beneficiar a otras personas.

“Lo que se pretende es regular como una mujer puede alquilar una parte de su cuerpo en este caso el vientre para que se deposite allí y se fecunde a un bebé, a quien no se le considera una criatura en gestación, sino que como un producto. Se está hablando de la cosificación del ser humano”, insistió Barreto.

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Recalcó que la misma Corte Constitucional ha ratificado en diferentes sentencias que la vida comienza desde el momento de la fecundación y al momento de nacer la persona tiene todos sus derechos y se extiende a lo largo de vida.

“Nos parece que se cosifica al niño en un producto, en un proceso en el que se ha encargado como cualquier producto en una panadería o en una tienda para, después, satisfacer la soledad o la imposibilidad de concepción de una familia o una persona en particular, por lo que es riesgoso”, destacó.

La otra orilla

Sin embargo, la directora de la Fundación Ambar, María Isabel Restrepo, aplaudió esta iniciativa porque -asegura- permite que las parejas puedan hacer realidad el sueño de tener hijos.

“Es un proyecto de ley que buscan que las mujeres tengan más tranquilidad cuando hacen estos procesos, que sirven para ayudarles a parejas o a personas solteras que no pueden tener hijos y quieren formar sus familias, lo cual es un derecho que tienen las personas que inician este proceso”, sostuvo.

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Apuntó que este proyecto tendría grandes alcances para las mujeres y la sociedad. “Se tendría la reglamentación y organización y el cuidado de las mujeres, que ellas puedan tener una atención completa con ayuda psicología y ginecológico porque consideramos que este proceso lo deberían realizar las personas que lo necesiten sean nacionales o extranjeros”, sostuvo.

La genetista Carolina Rivera explicó que este proceso desde la parte médica permite que el niño tenga los genes de los padres y no de la mujer que alquila su vientre.

“Para crear un embarazo en un vientre alquilado o subrogado se requiere la asistencia reproductiva a través de la fertilización in vitro, donde se obtienen unos óvulos maduros de los ovarios (extracción) y se los fecunda con esperma en un laboratorio”, explicó Rivera.

Añadió que "después, el óvulo o los óvulos fecundados (embrión o embriones) se implantan en un útero. Un ciclo completo de fertilización in vitro lleva alrededor de tres semanas. Se pueden utilizar los óvulos y espermatozoides propios de la pareja o bien, es posible que la fertilización in vitro incluya los óvulos, el esperma o los embriones de un donante conocido o anónimo".

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Destacó que es importante en estos procesos que los genes sean de los futuros padres o personas distintas a la mujer que accede a alquilar el vientre.

“La mujer accede a gestar al hijo de otra persona o pareja. Siempre que sea posible, los óvulos y espermatozoides serán aportados por los padres de intención, de manera que el futuro hijo será biológicamente suyo. Si no es posible que la madre aporte el material genético, se recomienda recurrir a una donante. La situación ideal es que la madre subrogada solamente aporte el útero para mantener el embarazo y dar a luz al futuro bebé”, manifestó.

Sin lucro

El proyecto se enfatiza en que el alquiler del vientre no puede tener fines lucrativos, sino que debe ser voluntario. Es en este punto en el que los expertos tienen opiniones encontradas.

“En el tema del altruismo que propone el proyecto deja muchas dudas porque sabemos que en la práctica está ocurriendo lo contrario; nosotros insistimos en el interés superior en razón de los niños, porque cuando nace tiene derecho a vivir con la familia biológica”, añadió el fiscal de la Asociación Colombiana de Defensores de Familia, Leonel Barreto.

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Advirtió que "el niño va ser entregado a otra familia, sin que el niño tenga la posibilidad de manifestarse al respecto, porque resulta que los adultos mediante una transacción definieron quienes serán sus padres".

Por su parte, la directora de Fundación Ambar, María Isabel Restrepo, señaló que este proyecto representa una gran oportunidad para las mujeres y la ciencia en Colombia.

“Debemos tener la decisión las mujeres de definir como queremos llevar nuestro embarazo, con quien nosotras decidamos, y esto hace parte del proceso que las mujeres pueden decidir si quieren ayudar a una pareja a tener una vida con una nueva familia”, recalcó.

RCN Radio les preguntó a algunas mujeres si están dispuestas a alquilar su vientre para que una pareja pueda tener un hijo sin costo.

“No lo haría, porque no es la naturaleza humana”, indicó una de ellas.

Otra, por el contrario, manifestó que "sí lo haría desinteresadamente", por ayudar a una pareja que realmente lo deseara y pudiera brindarle un bienestar al nuevo bebé.

Esta iniciativa, que está próxima a ser debatida en el Congreso de la República, promete generar más polémica. Mientras unas organizaciones critican que se siga legislando sobre el cuerpo de la mujer, otras consideraban que se atenta contra la vida y se trata a los seres humanos como una mercancía.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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