Aves migratorias, viajeros frecuentes a los que no les cerraron las fronteras

"La gran mayoría de ellas vienen de Norteamérica, pero también hay especies que provienen del cono sur del continente, lo que es conocido como 'migraciones australes'", explicó.

Señaló que que “en términos de números de individuos estamos hablando de más de mil millones de individuos y eso es solamente cuando hablamos de las aves terrestres, es decir de las aves que visitan los hábitats del país”.

Pero las aves migratorias también realizan vuelos domésticos, según el biólogo de la Universidad Nacional, Fidel Poveda.

Lea además: La crisis silenciosa de los mariachis en los días de cuarentena

El especialista explicó que, “por ejemplo, la Orinoquia tiende a ser muy estacional mientras más hacia el oriente se vaya, seis meses de lluvias y seis meses de sequía, ese contraste es percibido por los animales como lo que nosotros llamamos ‘estacional’”.

Añadió que “para no ir más lejos acá en mi casa, en el barrio Normandía que está muy cerca a las chucuas, llegó una tingua azul, esa especie migra desde el oriente del país”.

Aunque la imagen de aves migratorias nos hace imaginar parvadas de gansos le sorprenderá saber que muchas son bastante pequeñas. 

De hecho si usted ve en Bogotá a un pequeño pájaro negro con nuca color crema, posiblemente esté mirando al Tordo Charlatán, que ha venido desde Canadá o el norte de los Estados Unidos y va hasta Bolivia e incluso hasta la Argentina. Salude al mayor viajero conocido en América, quien recorre anualmente más de 20 mil kilómetros. 

Lea también: Restaurantes de 'corrientazos' piden extremar precauciones ante eventual reapertura

“Es pariente de los toches de la familia icteridae, pero a diferencia de las especies más vistosas este es casi en blanco y negro. Este animalito hace unos viajes bastante prolongados por todo el continente americano”, dijo.

El mayor riesgo para estos animales es que cada año se encuentran con más zonas intervenidas y se fuerzan a desplazarse más o a veces terminan en medio de un barrio recién creado.

En Colombia, el 32,8% de las aves acuáticas son especies migratorias y uno de sus hábitats más utilizados son los humedales, por lo que en ciudades como Bogotá hay una muy buena posibilidad de observar a estos viajeros de largo aliento, incluso desde su ventana.

Más en: Los adultos mayores más vulnerables y el duro confinamiento que viven