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Sellado Centro Comercial de Bucaramanga
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El cierre definitivo de 7.000 locales en los diferentes centros comerciales de todo el país, fue uno de los devastadores efectos que dejó la pandemia para el comercio, uno de los sectores que más jalona la economía, con la generación anual de cerca de 4.000 empleos, de los cuales cerca de 2.000 se han perdido, según reportó Fenalco, el gremio que representa al sector.

Por ciudades, según la Asociación de Centros Comerciales de Colombia (Acecolombia), Bogotá y Cartagena han sido las ciudades más afectadas, con el cierre de locales comerciales, con 2.300 y 1.800 respectivamente.

Según el director de Acecolombia, Carlos Betancourt, lo más preocupante es que los locales que se han cerrado no se han vuelto a remplazar y, en medio de las nuevas restricciones, nadie se le apunta a abrir un nuevo negocio.

Tener un local genera varios gastos, y estamos angustiados con las nuevas restricciones, pues no tenemos acceso a créditos, y los valores del predial no se compadecen con la realidad", dijo.

Los altos costos de la administración, servicios públicos, gastos comunes, entre otros factores, han impulsado a que comerciantes como Luz Marina Peña y Rafael Caro hayan decidido entregar el local que durante muchos años significó el sustento de sus hogares.

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“Duré con mi local casi tres meses cerrado en el primer pico de la pandemia. Eso me generaba gastos como administración, arriendo, servicios, y no estaba generando ingresos, aunque la dueña del local le bajó algo al arriendo, igual no se justificaba y ahora, con los nuevos cierres, es incierto y ya no va la misma cantidad de gente”, manifestó Luz Peña, comerciante del Gran San y quien cerró su local tras 9 años en esta actividad.

A su vez, Rafael Caro, propietario de una cadena de ropa infantil y quien contaba con seis locales, tres dentro de centros comerciales y los demás a las afueras, relató que tuvo que acabar con todos los locales que tenía dentro de los centros comerciales por los gastos que éstos implicaban, lo que desestabilizó un poco las finanzas de su familia y por supuesto de algunos de sus empleados que tuvieron que ser despedidos.

“Fue duro pero tocó cerrar pues no era viable financieramente sostener los tres locales, y con el dolor del alma tuve que despedir a los empleados que tenía allí, no quedaron más opciones”, dijo.

Según Yansen Estupiñan, vocero del comercio popular, la incertidumbre fue la que disparó el cierre de locales. “La incertidumbre generada por los cierres, aumenta los miedos como pago a proveedores, compra de mercancía, pagos de arriendos, servicios, nómina y obliga a la gente a cerrar, nadie quiere perder”, sostuvo.

Estupiñan aseguró que fueron más de 150 locales los que desaparecieron en el tradicional Gran San, en pleno centro de Bogotá, sin contar los que desaparecerán en medio de este segundo pico de la pandemia.

Los sectores más impactados han sido vestuario, bisutería, cine, calzado entre otras categorías que con la llegada de la pandemia pasaron a un segundo plano.



 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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