Confepolo: de camisetas a batas quirúrgicas
Esta empresa risaraldense es un ejemplo de no solo sobrevivir a la crisis sino crecer en la adversidad.
Confepolo Confecciones es una empresa de la industria textil que lleva nueve años en el mercado y que se especializó en la confección y elaboración de camisetas tipo polo, como su nombre lo indica.
Según Daniela Sepúlveda, su representante legal, lograron atravesar rápidamente la incertidumbre por la covid-19.
Su sector era la venta a grandes superficies, también hacían dotaciones empresariales e incluso habían desarrollado una marca propia, pero llegó la pandemia y todo cambió.
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“La incertidumbre era grande y pues a cargo de nosotros hay 20 colaboradores. Y, un poco Inquietos, empezamos a hacer llamadas con el fín de buscar alguna manera de empezar hacer algo”, recuerda.
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Sin embargo, una oportunidad inesperada marcó la diferencia entre la quiebra inminente y un nuevo camino.
“En realidad se nos presentó una oportunidad maravillosa. Nos ofrecieron hacer unas batas quirúrgicas, algo que nunca habíamos hecho, pero dijimos aceptamos el reto. Fue una decisión inmediata porque al otro día llegaba la tela”.
Todo un camino que tuvieron que empezar a descubrir de una tarde a una mañana. La presión era intensa pero “nos tocó ser muy eficientes con el corte con las muestras con la aprobación de la prenda porque era algo que estaban requiriendo urgentemente los hospitales y nosotros aceptamos el reto”.
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“Esto nos abrió el portafolio de productos y así empezaron a llegar sucesivamente distintas personas con la necesidad de hacer insumos y trajes biomédicos. Imagínate que en el sector donde estamos ubicados es una zona industrial y en ese momento éramos los únicos que estábamos trabajando”, cuenta.
Daniela califica a sus trabajadores como “un equipo maravilloso”, lejos de solo sobreaguar la crisis, estos hombres y mujeres hicieron crecer a su empresa en medio de la adversidad.
Asegura Daniela que “nosotros estamos muy agradecidos por lo que pasó en esta pandemia porque fue de mucha formación empresarial. Nos formó demasiado y hoy agradecemos ese aprendizaje”.
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Confepolo es un ejemplo de las paradojas de la pandemia, que tan fuertemente golpeó la economía otros casos, pero generó el efecto contrario en esta industria.
“Tuvimos que contratar más personal para poder cumplir con las necesidades de nuestros clientes, entonces estamos trabajando con ambos productos. Aprendimos a licitar con empresas del Estado, hospitales, fundaciones y eso fue maravilloso”. concluyó.
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