Construcciones ilegales en cerros orientales de Bogotá, una amenaza que persiste contra el ecosistema
Alrededor de 127 operativos se han hecho en el año y han dejado 51 suspensiones de construcciones que afectan seriamente fauna y flora.
La secretaría de Gobierno de Bogotá informó que ha realizado 127 operativos de protección a los cerros orientales de la capital colombiana, al 30 de septiembre del 2021, que han dado como resultado una suspensión que supera las 51 construcciones por afectación a esta zona de reserva natural.
En la estrategia participan activamente las Alcaldías Locales de Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal y Usme, las Inspecciones de Policía de Atención Prioritaria de la temática Integridad Urbanística - Cerros Orientales, la Policía y la Secretaría Distrital del Hábitat.
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¿En qué afectan estas construcciones en los Cerros Orientales?
“Hay afectaciones en el recurso suelo (y) hay pérdida de ecosistema de fauna y flora, porque aquí hay un corredor muy importante ecológico que arranca desde el Paramo de Sumapaz, continúa con la reserva Bosque Oriental de Bogotá y conecta con la reserva Tomas Van Der Hammen. Por esto, la idea es que se tengan las mejores condiciones ecológicas”, dijo Sandra Riveros, directora regional de la CAR Cundinamarca.
En el sector Bagazal pasa la quebrada Rósales, una fuente hídrica importante para el sector y, según la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, no puede haber construcciones en estas reservas.
Sin embargo, allí hay 14 construcciones en total y están los procesos administrativos sancionatorios por las edificaciones ilegales.
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Desde el Concejo de Bogotá se exigen más operativos por parte de la alcaldía mayor y las entidades involucradas, teniendo en cuenta que en este ecosistema está prohibido construir.
“Recordemos que algunas de esas construcciones son lujosas mansiones o son lotes que han sido robados por los tierreros en la ciudad", aseguró María Fernanda Rojas, presidenta del Concejo de Bogotá y ambientalista.
Agregó que "esas obras ilegales obviamente entran en una etapa procesal para la demolición. Ojala sea así y, por supuesto, para las multas que pueden estar entre cuatro millones a 175 millones de pesos y con implicaciones penales para los responsables”.
Hay fauna y flora que se ve afectada en medio de las construcciones que se generan en estas zonas naturales. Los musgos, el agua y hasta el aire, no solamente de los cerros si no también de los páramos que hay allí como lo son frailejón, uvito de páramo, té de Bogotá, romero blanco, cedro y laurel, entre otros.
“La fauna y la flora se ve afectada por el cambio de la dinámica ecológica del lugar. Allí hay cusumbos, tigrillos, zorros, más de 50 especies de aves que tienen nidos en esa zona y empieza el desplazamiento de esa fauna y eliminación de la flora como las orquídeas y esto se asocia a los cambios de paisaje y dinámicas hidrológicas de la ciudad”, aseguró Carolina Cruz Vallejo, directora de la Fundación Naturaleza y Patrimonio, en Bogotá.
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