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Protestas del paro nacional, en Medellín.
La policía antidisturbios choca con los manifestantes en una nueva protesta contra el gobierno del presidente colombiano Iván Duque en Medellín
AFP

En promedio, y durante el paro nacional que se inició el pasado 28 de abril, diariamente al menos una persona ha resultado con afectaciones en sus ojos.

Las cifras son distintas dependiendo de la fuente. De acuerdo con organizaciones como Indepaz y Temblores, en Colombia 47 personas han resultado con lesiones en sus ojos durante las marchas del paro nacional.

La Defensoría del Pueblo, cuenta con 18 quejas por este tipo de afectaciones y según la Alcaldía de Bogotá, en la ciudad 33 personas ha sido víctimas de estos hechos.

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Marcelo Carrizosa, docente de optometría de la Universidad El Bosque y magister en Ciencias de la Visión, dice que muchos de los pacientes que ha atendido “han perdido la estructura del globo ocular y si no la han perdido, porque han tenido una atención oportuna, quedan con unas secuelas de una baja visión de ese ojo producto del impacto, porque el mecanismo, la velocidad y la potencia con la que llega e impacta al globo ocular es compleja”.

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[AUDIO] Afectados por lesiones oculares

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Los momentos en los que cambiaron sus vidas

Juan Pablo Fonseca hace siete años trabaja en labores de cocina en un restaurante. El pasado Primero de Mayo decidió salir a marchar, acompañado de un par de amigos.

En un punto de la calle 140 con carrera 9 de Bogotá, asegura que lejos ya de la marcha, se encontraron con varios uniformados del Esmad. Uno de ellos le disparó directamente a su rostro.

“De inmediato caigo al piso. Las personas que estaban ahí al lado mío eran unas señoras que estaban discutiendo con los agentes, me ayudaron y me colocan una camisa blanca en el rostro para que no me saliera tanta sangre”, recuerda Fonseca.

Natalia Cadena, estudiante de último semestre de Ciencias Políticas, marchó junto a varios de sus compañeros en la primera jornada del paro en el centro de Bogotá.

Al regresar de su casa, cerca de las 5 de la tarde, quedó en medio de un escenario en el que los gases lacrimógenos le obligaron a buscar refugio. A través de un video en sus redes sociales, explica que fue "atacada por un agente del Esmad dejándome ciega en mi ojo derecho".

Daniel Meléndez, tiene 23 años y es estudiante de último semestre de Derecho en la Universidad del Cauca. El 28 de abril, durante las marchas en Popayán, recibió un impacto en su cara.

“Estábamos con mi hermano y varios amigos, veo que me apuntan y me lanzan un gas lacrimógeno que me impacta en el ojo, en ese momento salimos corriendo y quedó afectado mi ojo derecho”, señala el universitario.

En los casos de Natalia y Daniel, aunque conservan sus ojos, la pérdida total de visión es el escenario que ahora tienen que enfrentar. En el caso de Juan Pablo Fonseca, el impacto recibido le causó daños irreparables.

El joven de 25 años relata que “en la radiografía encuentran más de 22 fracturas en mi rostro, me hacen cinco cirugías, tengo más de 34 tornillos en la cara, placas, mallas”.

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¿Mal uso intencional?

De acuerdo con Diego Castillo Rincón, abogado, especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, lesiones como las sufridas por Juan Pablo Fonseca “son producto de un mal manejo, ya sea intencional o no intencional, pero hablamos necesariamente de un indebido manejo de estas armas no letales”.

Incluso, agrega el abogado Castillo, este tipo de agresiones en el rostro representan afectaciones psicológicas individuales por lo que significa una lesión permanente en la cara y también colectivas por un ataque así.

“Hay un efecto que es el terror, en el sentido en que nos están disparando y atacando de esta manera, nos están agrediendo de esta manera y no está pasando nada, no hay quien los detenga porque ellos son la autoridad”, agrega el especialista.

Aún en recuperación, Juan Pablo Fonseca dice que está retomando las labores cotidianas, ha tenido que aprender a caminar de nuevo porque aún se marea al hacerlo y espera poder volver a trabajar.

Lo que estoy viviendo en estos momentos es durísimo, es difícil, día a día es como guerrear”, revela el joven.

Además de Bogotá con el 60% de casos, en orden siguen Cali, con el 10%, Facatativa con 8%, Popayán, 6.3% y Pasto con 6% del número total de lesionados en los ojos que han sido reportados.

Fuente

RCN Radio

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