Efectos de la violencia en la salud mental de los habitantes de Buenaventura
Estudio de Médicos Sin Fronteras identificó las consecuencias del conflicto en el puerto sobre el Pacífico.
Depresión, ansiedad y miedo, están entre los principales efectos de la violencia, convertida en la cotidianidad, en la salud mental de los habitantes de Buenaventura.
Un estudio de Médicos sin Fronteras, (MSF), reveló que como consecuencia de los hechos violentos también se ha afectado los vínculos comunitarios y sociales en el puerto.
Tres consultorios de atención psicológica fueron instalados en Buenaventura desde 2015, en medio de la violencia convertida en un escenario cotidiano.
El número de personas que consultaba a los profesionales de MSF, era creciente y revelaba, según el psicólogo Daniel Macía, responsable de salud mental de la organización en Colombia, que “los síntomas más frecuentes estaban generalmente relacionados con la depresión, la ansiedad y el miedo”.
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A los efectos individuales se sumaron los que la misma violencia generó en el tejido social de la comunidad en Buenaventura y entre los problemas colectivos fueron identificados sentimientos como el “temor, desconfianza, pérdida de espacios que eran importantes para las comunidades y con un debilitamiento progresivo de las relaciones entre vecinos y familiares”, agrega Macía.
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Todos los sectores poblacionales afectados
Durante los cinco años del proyecto de atención en salud mental, se evidenciaba una mayor afectación en quienes resultaban siendo las víctimas directas de la violencia en Buenaventura, sin embargo, la población entera estaba en ese mismo panorama de victimización.
El psicólogo Macía revela que, aunque se evidenciaba “claramente, en el caso de la violencia sexual, que las mujeres las niñas y los niños eran afectadas en mayor medida, el tipo de violencia que vive en Buenaventura, ha llegado a afectar a todos los grupos poblacionales”.
El diagnóstico de los efectos de la violencia en la salud mental de la población de Buenaventura, permitió atender inicialmente los síntomas. Pero hay condiciones que pueden agravar la afectación para los habitantes del puerto.
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“A mayor sea la exposición a la violencia, mayor va a ser la tendencia que se desarrollen problemas y trastornos de salud mental, mientras el estigma prevalezca va a ser muy difícil poner el problema sobre la mesa”, puntualiza Macía.
Una línea de atención en salud mental aún se mantiene hoy en Buenaventura. Entre los hallazgos del estudio realizado por MSF, está la capacidad de resiliencia y de adaptación que tiene la población para superar los hechos violentos que persisten en la zona.
RCN Radio
