Ella es Julieth Pushaina Epiayú, la primera mujer wayúu que hace parte del Ejército
La historia de la suboficial marca un hecho icónico en el Ejército y su relación con las comunidades indígenas del Norte del país.
Por primera vez en la historia del país una mujer wayúu es parte del Ejército Nacional, un hecho sin precedentes que marca una nueva época en las Fuerzas Militares.
Se trata de Julieth Paola Pushaina Epiayú, una joven de la etnia wayúu que desde niña soñó con seguir los pasos de su hermano, un soldado que murió en cumplimiento del deber y convertirse en miembro del Ejército.
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Julieth pertenece al resguardo indígena Zahino en La Guajira; es una mujer de 26 años que creció en medio de las dificultades socioeconómicas de ese departamento, en una familia numerosa y humilde.
"Ser parte del Ejército Nacional siempre fue un sueño. Mi hermano fue soldado profesional y murió durante una emboscada en Arauca, cuando yo era niña y tan solo tenía doce años", cuenta Julieth.
En diálogo con RCN Radio, la soldado Pushaina contó que creció en un contexto complicado, marcado por muchísimas dificultades, "en medio de una familia de escasos recursos y con limitaciones como la escasez de agua en medio de la árida geografía esta parte del país".
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Pero las dificultades sociales y las diferencias culturales no le impidieron seguir adelante y trabajar para hacer realidad su más grande sueño.
"No ha sido fácil, pero cada dificultad es algo que se puede aprovechar como una oportunidad. Actualmente soy cabo tercero y soy la primera mujer wayúu, la primera de mi étnia en toda la historia del Ejército Nacional de formar en sus filas", dijo.
[AUDIO] Julieth Pushaina Epiayú se convirtió en la primera mujer wayúu en vincularse al Ejército.
Hoy Julieth porta con orgullo una manta guajira pixelada, entregada por el Ejército Nacional, como un símbolo constante de respeto e identidad a su cultura y tradición ancestral.
Ella hace parte de la capacidad de Acción Integral, con vocación y respeto por las comunidades indígenas de esta región del país.
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"Quiero seguir con la vida militar y no me quiero quedar en La Guajira; quiero salir, quiero trabajar con las comunidades indígenas de otros puntos de la geografía colombiana y así, poder servir de puente entre los jóvenes el Ejército y las comunidades ancestrales", destacó.
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