Fernando Vela, el médico que se oponía a la minería y a la caza ilegal de especies
Apoyó el programa “Yo Soy Harpía”, con el objetivo de identificar la presencia de la especie y proteger su hábitat.
Cuando no tenía la bata de médico y atendía a sus pacientes, Fernando Vela se dedicada a recorrer la Amazonía, junto a otras personas que, como él, estaban convencidas de la necesidad de cuidar los recursos de flora y fauna en esta región del país.
Aunque avanzó en su propósito no pudo cumplir la tarea de sacar de la lista de especies amenazadas al águila Harpía.
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Tenía 42 años y la mayoría de su vida, excepto la parte en la que se formó como médico y como especialista, la pasó en Florencia, su tierra. No quería salir y alejarse de lo que consideraba era la belleza de la Amazonía.
En su consultorio el médico Vela, asegura Liliana Cuellar, quien fue su paciente, demostraba “un espíritu y vocación de servicio a la gente, era el único reumatólogo que tenía el departamento y también ofrecía sus servicios profesionales para Popayán y para otros departamentos de la zona sur de Colombia”.
Pero Fernando Vela era un médico con alma de ambientalista. Así lo recuerda Dayana Ospina, de la Asociación de Ornitología del Caquetá.
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Pronto decidió establecer un trabajo de conservación de la fauna y la flora en la región convirtiéndose en un reconocido opositor de “la deforestación, la caza ilegal, la minería, la ganadería en los bosques húmedos tropicales de nuestro departamento y sobre las especies que el tanto deseaba proteger”.
Era también un ‘pajarero’ y tenía entre sus planes proteger a un ave cuya vida le apasionaba.
“Una de sus aves favoritas era el águila Harpía o ‘churuquera’ y desde que le contamos la historia de esta ave y cada una de las amenazas en Colombia y en la Amazonía, no dudó en decir que contáramos con él para trabajar en procesos de conservación de la especie”.
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El también médico Jorge Muñoz recuerda el rigor del ejercicio profesional de Fernando Vela. Señala que lo conoció en el “hospital María Inmaculada (de Florencia), en el servicio de Medicina Interna siempre muy preocupado por sus pacientes, una persona de una altísima calidad técnico científica y siempre velando por el mejor tratamiento de sus pacientes.
Los dos profesionales compartieron también la afición por las aves y la conservación ambiental. Asegura que, como empresario, Vela apoyaba “a las comunidades locales que están conservando los bosques donde suceden eventos reproductivos, evitando su tala y promoviendo los proyectos de productos no maderables del bosque”.
El médico Fernando Vela fue asesinado por sicarios en el centro de Florencia el pasado sábado.
Una expedición por la selva amazónica y la creación de un centro de investigación para garantizar la protección de las especies animales estaban en sus planes. Quienes compartieron el interés ambiental dicen que continuarán con los proyectos que él inició.
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