Heidy tenía 30 años y su hija tenía cuatro. Su familiar, Luis Froilan, tras lamentar lo ocurrido recordó a la niña diciendo que era un ángel que había sido arrebatado.

“Era dulzura total, armonía, una niña muy educada, muy linda, con comportamientos de una niña ejemplar. Nos arrebataron esa ternura, esa alegría”, indicó.

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Los vecinos de la zona recuerdan a Heidy como una joven emprendedora: “Era una excelente mamá, la veíamos en la tienda comprando cosas para la niña. La veíamos en el parque jugando con ella”, comentaron algunos pobladores de la zona.

Tiempo atrás, Heidy Soriano había denunciado violencia intrafamiliar. La alcaldesa Claudia López explicó que Heidy “ya había sido agredida por ese hombre, había sido golpeada, ya tenía un antecedente”. Las autoridades continúan con las investigaciones.

Por Herlency Gutiérrez