La cara oculta de la prostitución

Una iniciativa global advierte que toda forma de prostitución implica la trata de personas con fines de explotación sexual.

Foto: Colprensa

Carlos

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A lo largo del mundo un movimiento pro equidad de género asegura que las mujeres en situación de prostitución son víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual. En Colombia los intentos para abolir la prostitución hasta ahora han sido infructuosos.

El debate sobre la abolición de la prostitución, en el cual se entiende a quienes están en esta situación como víctimas de un crimen de explotación está abierto desde hace años. 

Cuando se estableció el “Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños”, llamado Protocolo de Palermo, a cada estado se le dio la potestad de tipificar a la prostitución como un fenómeno de trata, como lo explicó Carlos Andrés Pérez Oficial de la ONU contra la Droga y el Delito para Colombia.

“La sanción o no de la prostitución como un delito o como una conducta que tiene algún tipo de reproche, corresponde a cada uno de los estados. Desde Naciones Unidas la posición que tenemos frente a este tema es neutral”, dijo.

El funcionario explicó cómo se entiende desde el estado colombiano la trata de personas.

Dijo Pérez “Hoy Colombia cuenta con la ley 985 del año 2005 donde se establece que trata de personas es todo proceso de captación, traslado, acogida y recepción de personas con fines de explotación y señala siete finalidades de explotación y castiga con penas de prisión de 13 a 23 años a las personas que cometan esta conducta”.

Según Pérez, a las mujeres en situación de prostitución en Colombia se les identifica con un riesgo de trata de personas.

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“En Colombia particularmente los escenarios de prostitución son escenarios de riesgo de trata de personas, es decir, toda la situación de captar mujeres de una zona del país u hombres para llevaros a otra zona del país y para someterlos a un escenario de prostitución, pues los deja en una posición de vulnerabilidad”, dijo Pérez.

Sin embargo, la normatividad relacionada con las “zonas de tolerancia” e incluso el Código de Policía apuntan a una tendencia hacia la regulación, más que a la abolición.

Llama la atención que concibiendo la prostitución como una situación de riesgo, en Colombia no exista una caracterización oficial de cuántas mujeres están en dicha condición.

No se sabe cuántas hay, en qué condiciones están y cuáles son sus dinámicas sociales, más allá de algunos acercamientos parciales de ONGs.

Por eso tomamos como referente el caso de Bogotá donde se adelantó una caracterización que está próxima a publicarse y a cuyas cifras iniciales tuvimos acceso por parte de Carlota Almeciga Romero, Directora de Gestión del Conocimiento de la Secretaría de la Mujer.

“Logramos establecer que aproximadamente en Bogotá la población que se ubican en establecimientos en calle, nos da una muestra de 7 mil 94 personas”, dijo. 

Enfatizó en que la cifra sigue siendo muy parcial, teniendo en cuenta el alto uso de nuevas tecnologías para las transacciones por sexo. También hay pistas en números concretos sobre la vulnerabilidad de dichas mujeres.

“Más del 60% de ellas no se encuentran afiliadas a un sistema de salud, de ellas, las afiliadas al régimen constitutivo no alcanzan a hacer ni el 33% y el 60% está en el régimen subsidiado”, dijo.

La cifras servirán en Bogotá para detallar una política pública integral a fin de mejorar sus condiciones de vida.

El estado colombiano afirma que las mujeres en prostitución son altamente vulnerables a la trata, pero no existe una estadística nacional sobre sus condiciones. La pregunta que queda es ¿cómo implementar una política pública sin saber cuántas hay y quiénes son y qué necesitan?

¿Cuáles son los argumentos de los abolicionistas?

Los promotores de abolir la prostitución aseguran que en cualquiera de sus formas, esta condición siempre implica trata de personas. ¿En qué se basan?.

1. Aseguran que la mayoría de las mujeres se inicia en la prostitución antes de llegar a la mayoría de edad y por tanto no está en capacidad de decidir sobre su futuro.

Encontramos a Diana, una mujer de 30 años que se inició siendo menor de edad.

“Empecé desde los 16 años, eso fue por una amiga que me dijo que allá era bueno y que pagaban bien. Yo me crié con padres adoptivos y ellos me daban muchos maltratos, pues llegó esa amiga y pensé que me había cambiado la vida”, dijo.

Diana se retiró hace cuatro años pero aún recuerda lo que sintió la primera vez. 

-Pues yo no tenía tanta experiencia sexual, entonces el primer día fue muy duro porque yo todavía no sabía muchas cosas que le piden a uno los hombres allá, a uno le da tristeza, se pone a llorar, porque… es muy duro, estar con uno y con otro

-¿Compartió con su amiga lo que sintió?

-Si, yo le dije pero ella decía que eso era normal, que tranquila que eso siempre pasa cuando uno está nuevo y efectivamente sí me iba bien por lo que era menor de edad, me pude conseguir una cédula falsa para poder “trabajar”.

En Bogotá una altísima proporción de mujeres se inician en las calles antes de tener su cédula, según Carlota Almeciga Romero, Directora de Gestión del Conocimiento de la Secretaría de la Mujer, quien deja claro que en esos casos la legislación en Colombia sí es clara, es un crimen de explotación sexual a menores de edad.

“Ahora que hablamos de la primera relación sexual, el inicio de la vida sexual de estas mujeres: ellas inician en más de un 84% entre los 13 y los 17 años de edad. Esa expresión es claramente un delito sexual, allí no hay otra cosa que no sea violencia contra las mujeres”, advirtió. 

Bajo esta forma de ver el fenómeno no importa si una joven “decide” hacerlo, porque se advierte que en todos los casos los demás actores de la prostitución se aprovechan del estado de vulnerabilidad de la mujer joven y para los abolicionistas esto significa siempre trata de personas con fines de explotación sexual, incluso después de que son mayores de edad.

2. Ninguna mujer decidirá prostituirse si no está en una situación muy vulnerable y casi siempre será víctima sistemática de violencia. 

Se dice en las calles que muchas de las mujeres en esta situación aseguran estar allí por voluntad propia. hablamos con Paula, quien dice que lo suyo es un trabajo.

“El olor queda ahí, queda como en el cerebro, el trago ayuda un poco a sobrellevar la vaina pero siempre la vaina fue un poquito dura la primera vez, uno no sabe si lo está haciendo bien o mal, pero lo importante es que el ‘cliente’ quedó satisfecho”, relató.

Nora Esperanza Cruz es la directora de la Fundación Vida Nueva, y luego de atender por 30 años a mujeres en situación de prostitución aseguró que todas son víctimas, desde el primer día, hasta el último.

“No recuerdo que ninguna me haya dicho que haya disfrutado o que haya llegado porque ‘rico’, la mayoría fue engañada, vienen de un pueblo y le dicen, por los avisos que aparecen ‘mesera’ o  ‘taller de tejidos’ y llegan a golpear y está la señora que las maneja, o por otras causas más profundas que son el abuso, el desamor, la falta de oportunidades, problemas estamentales, problemas de drogas. Considero que son víctimas porque yo considero a la prostitución como un medio de violencIa”, dijo.

Diana, quien ya dejó la prostitución, aseguró, como varias mujeres entrevistadas, que debía usar drogas o alcohol para poder estar con sus “clientes”, a quienes los abolicionistas prefieren llamar ‘puteros’.

“Uno aprende muchas mañas, muchas cosas, efectivamente consume drogas para poder ‘trabajar’, porque no es fácil estar en sus cinco sentidos y acostarse con mil tipos que llegan con mal olor, con muchas mañas que llegan con unas aberraciones que a uno le parecen terribles”, relató.

3. Las mujeres en prostitución no pueden decidir sobre su cuerpo

Si alguien es víctima de trata se evidencia en que se le vulnera la autonomía sobre su cuerpo, por ejemplo ¿Una prostituta puede decidir En qué calle o lugar quiere trabajar? o ¿Puede elegir dejar de estar en esa situación? y sobre todo ¿Puede decidir con quién acostarse?.

Para los abolicionistas la respuesta es no. Nora Cruz de la Fundación Vida Nueva asegura que la mayor prueba es que en muchos casos el cuerpo de una mujer en prostitución no conoce el orgasmo. Nos relató un ejemplo de una mujer que salió de la prostitución.

“El día que se casó, luego de hacer todo su proceso, como a los seis meses tuvo su primer orgasmo y había comenzado la prostitución desde los 11 años. Y cuando pasó eso que ella llamó explosión, le gritó al esposo que la llevara al médico, hasta que el esposo le explicó que lo que estaba viviendo era un orgasmo”, describió.

4. La prostitución como un eslabón del crimen organizado

Los abolicionistas de la prostitución advierten que la instrumentalización de personas para el “alquiler de cuerpos” es uno de los eslabones del crimen organizado que incluye el narcotráfico y la industria pornográfica. Diana nos contó lo que aprendió a hacer en las calles.

-Aprende uno a ‘tomasear’ aprende a ‘cosquillar’, a ser apartamentero, aprende a vender droga.

-¿Qué es ‘tomasear’?

-Que tú coges a un tipo, le dices que te gaste trago, a veces uno trabaja solo o con otra muchacha, le echas unas pastas y uno lo duerme y le roba todo, también le puede desocupar las cuentas, con otro grupo de amistades que hay ahí.

Las mujeres en prostitución son tratadas como productos, por eso son de los grupos poblacionales más violentados. Diana por ejemplo, no pudo elegir y uno de sus “clientes” le dio un balazo en la espalda, postrándola en una silla de ruedas. Según Nora Cruz de la fundación, también son víctimas de un círculo vicioso que les consume su vida y la de sus familias. 

“En el Santa Fé (barrio) hay zonas, está la zona de las peganteras, de las marihuaneras, las del bazuco… Una mujer que sale de ahí, lo más seguro es que sus hijos no van a llegar a ese mismo punto, desafortunadamente cuando no salen a tiempo, va de generación en generación, la abuela la mamá y la hija, en la misma esquina, en el mismo negocio”, advirtió 

Los promotores en el mundo del abolicionismo de la prostitución cuestionan la tolerancia de los estados a esta situación, dicen que reglamentarla es crear nichos del crimen, en los cuales la explotación sexual se disfraza como ‘el trabajo más antiguo del mundo’. 

La cara oculta de la prostitución