La difícil recuperación del comercio sobre la Séptima en Bogotá, tras el aislamiento

“Ahí funcionaba una piñatería y en el local pequeño funcionaba una empresa de sábanas, en el que trabajaban más o menos diez empleados. Cerraron los negocios por el bajo flujo de gente”, dijo Manuel Criollo, con dos locales desocupados en el sector de Usaquén.

Muchos de esos negocios eran emprendimientos familiares que habían logrado un lugar en la economía capitalina y hoy lo perdieron. Acopi Bogotá reportó en una encuesta a más de dos mil empresarios que a mediados de septiembre ya se habían perdido 14.000 empleos.

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Augusto, quien arrienda un local sobre la zona peatonalizada, le contó a RCN Radio: "El arrendatario se dedicaba al negocio de comidas. Ellos tenían allí una franquicia de Cosechas y tenían un cafetín y les iba muy bien, tanto así que llevaban 8 años y siempre habían cumplido con sus obligaciones".

Varios de los contactos que consultamos pertenecen a inmobiliarias. Cuentan que lo que pasa en esa carrera pasa en el resto de la ciudad.

"Esto se está presentando en todos los estratos, esto se está presentando en todos los tamaños de locales", dice Manuel Criollo.

“La gente no quiere empezar a invertir porque está temerosa de que esto continúe y que, al hacer una inversión, después no pueda devolver el local”, advierte, por su parte, Araceli Rodríguez, que gerencia una inmobiliaria.

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El recorrido se hizo durante el mediodía de un miércoles y llamó la atención la gran cantidad de locales cerrados. Si bien no se puede deducir que hayan cerrado del todo, la dinámica de la Avenida ha cambiado radicalmente.

Mauricio Rico, integrante de Corposéptima, advierte que un vistazo más profundo deja ver la crisis en otros sectores productivos.

“He estado en contacto con hoteles y con algunos comercios y algunos de ellos ya tomaron la decisión de no reiniciar sino hasta el 2021”, puntualiza.

El sector turismo tiene la mayor reducción en mano de obra en todo Bogotá, con una merma del 69%.

José Bayo, derente en el hotel Embassy, dice: “Esperamos en septiembre tener una ocupación del 8% al 9%, pero la tarifa que se cobra es más o menos el 40% de lo que se cobraba cuando comenzó la pandemia, lo que hace que los ingresos se reduzcan notoriamente".

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Muchos empresarios grandes se quedaron con el teletrabajo, aún después de la flexibilización de la cuarentena. Olga Patricia Vásquez es administradora del edificio Fernando Mazuera, en pleno Centro Financiero de la 72. Tres de cada cuatro oficinas están desocupadas.

“El edificio lleva desde marzo con una ocupación mínima. Esto, debido a que la mayoría de las empresas son de servicio e implementaron las medidas de trabajo en casa para la mayoría de su personal”, reporta.

El 36% de los empresarios bogotanos consideran que tendrán que liquidar sus empresas por la crisis de la pandemia, según Acopi. 

Todas las personas con las que hablamos en la Séptima creen que la reactivación no se dará pronto. Muchos negocios no sobrevivieron a la cuarentena, pero ninguno de los que aún están la dan por superada.