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Carmen Quinteros solicitó a sus superiores ser excluida de los turnos de guardia de 24 horas que le impedían lactar adecuadamente a su bebé
En Colombia ahora se promueve la lactancia materna, como alimento esencial para el desarrollo físico y cognitivo de la primera infancia.
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Carmen Quinteros, teniente coronel de la Fuerza Armada de Paraguayse convirtió en un símbolo de lucha para las madres lactantes de ese país luego de que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificara una condena en su contra, de 45 días de arresto domiciliario que había sido ordenada por la Corte de la Justicia Militar en 2017, al pedir un permiso para amamantar a su bebé.

De acuerdo con Carlos Mendoza, abogado defensor de Quinteros, dicho proceso legal “inició el 5 de octubre de 2015, cuando la joven madre solicitó a sus superiores ser excluida de los turnos de guardia de 24 horas que debía cumplir cada tres días, porque le impedía suministrarle una alimentación adecuada a su bebé, en ese entonces de seis meses de edad”, dijo a RCN Radio.

Agregó que “en ese contexto es que hace una solicitud para que la superioridad, es decir el comandante que ella tenía (el entonces almirante Hugo Milciades Scolari Pagliaro) le otorgase este permiso de no hacer las extensas guardias que le representaban estar alejada del menor hasta por 32 horas, por lo que hacen un estudio jurídico militar y le dicen que no corresponde y que los términos de su escrito agraviaban al comandante”.

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Desde el año 2002, Paraguay acepta mujeres en el Ejército, siendo Quinteros una de las primeras en graduarse de la Academia Militar Paraguaya, además con honores, algo insuficiente para que ni siquiera el Gobierno intervenga, a pesar de que según el abogado Mendoza, en un artículo legislativo otorgado para todas las madres del sector público y privado había un error.

“Del gobierno del Paraguay en aquella época (2017), quien colaboró con nosotros fue la fiscal del menor Monaliza Muñoz y el defensor del pueblo Miguel Ángel Godoy porque a ella mientras el proceso la quisieron meter presa a toda costa, entonces el defensor solicitó un habeas corpus preventivo que nos resultó favorable, la Corte Suprema de Justicia Militar apeló y después la Corte volvió a fallar y a evitar que ella cumpliera una prisión preventiva”, dijo el jurista.

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Informe sobre la militar condenada en Paraguay Carmen Quinteros

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Tras la ratificación del fallo avalado por la Corte y conocido hace unos días, los abogados de la teniente pidieron la intermediación del presidente Mario Abdo Benítez, pero el Jefe de Estado señaló que no es mucho lo que puede hacer:

“Yo no puedo ir contra la ley. Hicimos las averiguaciones para saber cómo está el caso, pero los asesores jurídicos de la presidencia me informan que no está en nuestra atribución”, dijo públicamente el mandatario.

“La sanción por una falta administrativa ya volvió a prescribir y, por eso, el presidente Benítez dice que debe cumplir la ley. Pero no es una ley sino una resolución de la interpretación del proceso y todavía no han notificado la resolución. En el actual gobierno, el presidente dice una cosa y la Ministra de la Mujer y la Niñez dicen otra cosa”, afirmó el jurista Mendoza, pues la ministra Nilda Romero, quien rechazó en su cuenta de Twitter la condena contra Quinteros, expuso que no podía intervenir ante la decisión tomada.

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“Una ley con errores”

En cuanto a la irregularidad, el abogado defensor señaló que “en realidad en el artículo segundo de la legislación 5508 hay un error porque dice que esa legislación está otorgada para todas las madres del sector público y privado y acá justamente hay empleadas militares y policiales que no pertenecen a la ley pública ni privada, entonces ahí es de donde ellos se escudaban para no dar este permiso especial previsto en esta ley”.

Agregó que “a la teniente en un año 8 meses no le dieron la autorización porque, según ellos, la ley militar no le amparaba a la madre militar porque es un error de la ley. Sin embargo, hay una resolución judicial mal utilizada, la jueza le exhorta al comandante a que el niño no permanezca alejado de su madre, entonces son términos a veces ‘infelices’ que por esa razón tampoco se ha cumplido la orden judicial”.

¿Pero qué fue lo que llevó al régimen militar de ese país a que acusaran a la joven madre? El jurista procesal penal y representante de Quinteros, aclaró que la sanción interpuesta contra Quinteros se debe a “los términos utilizados en la nota de reconsideración al permiso especial para lactancia y no por habérsele privado de él”.

Mendoza explicó que “ese escrito, ella (Quinteros) lo realizó en términos jurídicos, pero en términos militares es otro tipo de expresión, por ejemplo: ella hace una reserva de derechos y eso está prohibido en el ámbito castrense; en ese contexto ella tendría que haberse dirigido a su superior con un ‘tengo el alto honor’, sin embargo, ella en el escrito ponía directamente su nombre y ‘se dirige a usted’, formalismos muy antiguos que ya no tienen razón de ser y es ahí donde consideran que hay una falta.

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La falta que la condenó

Agregó que “ella, además, con las expresiones al decir de su comandante que era un abuso de autoridad no otorgarle el permiso, cometió el delito de calumnia porque según la justicia militar, se cumplía con la ley porque le había dado el permiso extraordinario de los 6 meses que corresponde a dos horas de lactancia”.

Mendoza explicó además que agotando todas las instancias en la parte del proceso penal militar “a ella no se le castigó por la calumnia, pero sí por falta contra la disciplina militar por las represiones de su escrito”.

Su defensa, en el ámbito penal militar, consiguió que se despenalizara su conducta aduciendo una forma de despenalizar la calumnia, por lo que la teniente coronel tuvo que ofrecer disculpas al comandante, pero él no las aceptó, por lo que.

Como segunda opción, Quinteros ofreció disculpas públicas en un diario de gran circulación para lograr despenalizar la calumnia. Además de su escrito, por haber exteriorizado su caso, el cual llegó a la prensa, al parlamento, al poder judicial y que luego de dos años y medio volvió a ser noticia pero a nivel internacional.

Aunque finalmente a la oficial no se le concedió la desvinculación de la labor de hacer cada tres días, 24 horas de guardia y actualmente su hijo tiene tres años de edad, con su lucha legal se lograron iniciativas como la instalación de salas de lactancia en las Fuerzas Armadas, la sistematización de permisos de maternidad y paternidad, así como el proyecto de ley Carmen Quinteros presentado hace unos días por el poder legislativo al Congreso de Paraguay para promover la protección de mujeres en estado de embarazo o lactancia, entre otros.

Fuente

RCN Radio

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