La nueva Barranquilla: de Puerta de oro a la 'ventana del mundo'
La capital del Atlántico se ha convertido en ciudad del país de mayor crecimiento y orgullo en la Costa Caribe.
Cuando se viene por primera vez a Barranquilla o se ha dejado mucho tiempo sin volver, no se puede ocultar el asombro por la transformación extraordinaria de esta ciudad, que pasó de ser una capital caótica, sucia y llena de miseria, a una de las de mayor desarrollo en infraestructura, nuevas construcciones, industria, comercio y -de paso- de una gran oferta turística, gastronómica y cultural.
Barranquilla no solo sigue siendo la Puerta de Oro de Colombia sino que, además, es una “ventana al mundo”.
Así lo representa el monumento recién inaugurado llamado La Ventana al Mundo, construido por una de las empresas de la ciudad, Tecnoglass, la tercera compañía de ventanería más importante del continente, que convocó un concurso para escoger el nuevo símbolo de esta capital.
La estructura de 45 metros de altura, que surgió de un concurso de arte urbano, fue levantada en el centro de lo que era una rotonda abandonada sobre la Avenida Circunvalar con la Vía 40, una de las conexiones más importantes que atraviesa a ‘Curramba’ en el sector de Las Flores, convirtiéndose en uno de los lugares más visitados por los turistas y los barranquilleros.
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“Estamos muy contentos porque La Ventana al Mundo le abrió una ventana de esperanza a Barranquilla, el sector privado acompañando al sector público. La gente está visitando este monumento en cantidades asombrosas”, señaló Christian Daes, director ejecutivo de Tecnoglass.
El empresario agregó que “hemos contabilizado de 2.500 a 3.000 personas diarias, los fines de semana, que se reúnen alrededor del monumento a hablar, a conocer la historia de Barranquilla, porque en el primero piso hay un relato de todas las cosas en la que fue pionera”.
Esta compañía cuyo mercado en un ochenta por ciento es Estados Unidos, fabrica vidrio arquitectónico, ventanas y productos de aluminio para industrias, edificios residenciales y comerciales.
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“Este año vamos a sobrepasar los 400 millones de dólares en ventas y esperamos seguir creciendo y vamos a seguir haciendo inversiones en Barranquilla y el Atlántico, porque estamos interesados en convertir a Barranquilla en la capital mundial de la ventana”, subraya Daes.
Construcción jalona el desarrollo
La construcción ha sido uno de los principales motores del dinamismo de la capital atlanticense, gracias a la industrialización, pero también a la visión empresarial y futurista de los últimos gobiernos locales.
La directora de Camacol en el Atlántico, María Elia Abuchaibe, destaca cómo este sector explica el cambio ocurrido en la ciudad y su aérea metropolitana que comenzó en el año 2008 y, desde el 2009, con una expansión significativa: “Mirándolo por metros cuadrados licenciados, por ventas de viviendas, lanzamiento de proyectos”.
Subraya que la mayor concentración de edificios residenciales se da hacia la Avenida Circunvalar, donde se están construyendo viviendas de interés social a gran escala, pero también en otros sectores donde hay disponibilidad de servicios públicos, vías para estratos medios.
Una de las zonas con mayor transformación es el norte de la ciudad, donde se encuentran los estratos más altos. Barrios como Buena Vista, Villa Santos y Miramar tienen alguna semejanza con sectores de Miami. A sus avenidas anchas y vistosas se agregan edificios lujosos y centros comerciales, con famosas tiendas de marca y una gran oferta hotelera y gastronómica.
Barranquilla devuelve su mirada al río Magdalena
Los barranquilleros tienen dos desafíos inmediatos que son lemas de la ciudad: “Barranquilla renace en el río” y “la ciudad de la Vida”, por ello uno de los objetivos de sus gobernantes es volcar de nuevo el desarrollo hacia el Magdalena que por décadas estuvo en el olvido y el abandono.
Muchas fábricas y empresas que estaban en la zona industrial en la Vía 40 en el nororiente de la ciudad han sido trasladadas como Peldar, que funcionaba a la orilla del río donde se construyó el nuevo Centro de Convenciones Puerta de Oro.
Se tiene previsto en un futuro cercano convertir este lugar en una extensa zona residencial con parques recreativos y una infraestructura turística.
Cultura y turismo, otras apuestas de La Arenosa
El gran crecimiento de Barranquilla también ha impulsado el turismo y la cultura. Y un reflejo es el gran malecón que se terminó recientemente con una vista impresionante al río Magdalena, sitio obligado de visita no sólo para los habitantes de la ciudad sino para los turistas nacionales y extranjeros que se sorprenden con los grandes cambios de la ciudad.
La capital del Atlántico es un referente de la cultura caribeña y a sus costumbres tradicionales y lugares emblemáticos se suma la construcción de la llamada Fábrica de la Cultura, que se está levantando en la antigua compañía de Protabaco en la zona de la Plaza de la Aduana, que busca impulsar el turismo y transforma el Centro Histórico.
Juan Jaramillo, secretario de Cultura de la ciudad, destaca esta obra de siete pisos que tendrá un costo de 24 mil millones de pesos y que busca dignificar a los artistas y a 1.000 estudiantes por jornada.
Este proyecto fue galardonado en los premios internacionales de arquitectura y cuanta con el apoyo de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza y un equipo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Zurich, en asocio con la Universidad del Norte.
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