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Mascotas que acompañan a los migrantes también caminan junto a ellos por las carreteras de Colombia.
Suministrada. Cortesía Vía 40 Express

Los llaman los ‘caninantes’ y son parte de las familias que recorren las vías en el país. Para ellos, mayormente perros y algunos gatos, se ha habilitado un punto de llegada en el que reciben atención y alimento. Diariamente al menos un animal de compañía arriba al lugar para hacer un alto en el camino de la migración.

Sobre la carretera han caminado alrededor de 1.000 kilómetros. La diferencia es que mientras Angélica Ortega da un paso, Luna ha movido varias veces sus cuatro patas.

Luna nació en Ecuador, “su papá es (raza) pitbull y su mamá es pastor alemán y la tenemos desde que estaba en la barriga”, señaló Angélica.

Antes de nacer, el destino de Luna ya estaba marcado. Sería migrante al igual que su familia humana.

Angélica precisó que su acompañante “es la que nos distrae y la que nos motiva a seguir adelante”. Agregó que Luna no tiene más de tres de meses y la mayoría del camino lo ha recorrido cargada.

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“Cuando se me acaba el alimento y veo alguna tienda donde vendan comida de cachorros, digo que me regalen un poquito para dárselo y he tenido suerte porque me han dado”, relata la mujer con acento venezolano.

Angélica Ortega nació en el estado de Carabobo y junto a su compañero sentimental hacen parte de la migración venezolana que recorre las carreteras de Colombia y de países como Ecuador y Perú, entre otros. Luna llegó a sus vidas en medio de su travesía.

Mientras caminaban por las carreteras de Cundinamarca, encontraron un letrero en el que se lee la palabra ‘caninantes’.

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Los migrantes de cuatro patas

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Valentina González, auxiliar social del consorcio Via 40 Express, está en el punto de atención y explica lo que encuentran los animales de compañía.

“Tienen una zona donde pueden llegar y descansar, los animalitos pueden recibir alimentación, hidratación, jugar un rato, recuperarse y una vez decidan continuar con su recorrido, se les entrega el kit que contiene otra ración de comida para el camino, la hidratación y el collar reflectivo”, señala González.

La mayoría de los que acompañan a los migrantes humanos son perros, aunque también hay algunos gatos. Todos muestran las señales de las largas jornadas de camino.

“Ellos vienen caminando junto a sus familias varias ciudades e incluso países para llegar a su destino final y esto les produce cansancio físico, desgaste en sus huellitas por la cantidad de kilómetros recorridos junto a sus familias”, agregó Valentina González.

Luna ha descansado y se ha recuperado para retomar el camino junto a sus humanos. El recorrido empieza moviendo la cola. “Ya es parte de la familia, es una hija y yo soy su mamá”, dijo Angélica Ortega.

Cada día al menos un ‘caninante’ es recibido en el punto de atención ubicado sobre el Peaje de Chusacá en el municipio de Sibaté. Hasta el momento y desde que se inició el proyecto a principios de 2021, han sido atendidos 300 migrantes de cuatro patas.

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La atención a las mascotas hace parte de un programa denominado 'Vía esperanza' a cargo de la concesión Vía 40 Express, encargada del proyecto para la construcción del tercer carril Bogotá – Girardot.

Fuente

RCN Radio

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