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Mansión Planas
Mansión Planas
Cortesía Mauricio Suárez

A mediados del siglo XX, Bogotá era una capital que se enorgullecía de sus decenas de mansiones. Elegantes casas de estilo inglés se podían apreciar en sus barrios tradicionales, como Teusaquillo, Chicó, El Retiro y La Cabrera, entre otros.

Ciudadanos extranjeros solían establecerse en la ciudad para erigir sus casonas y desarrollar sus proyectos de vida, aprovechando el auge urbanístico y el potencial de negocios de una capital que no era ni cercana a la caótica de hoy en día.

Mansiones de estilo clásico y belleza singular, o de corte republicano o estilo ecléctico, podían ser visitadas por propios y extraños con interés y curiosidad. Una de ellas era la Mansión Planas, construida por el arquitecto Alfonso Noguera Corredor, por encargo del ciudadano ecuatoriano Miguel Planas, en la calle 85, unas cuadras abajo de la carrera séptima.

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La Mansión sirvió al señor Planas para sus grandes recepciones y para llevar una vida glamurosa que llamaba poderosamente la atención. Alfonso Noguera Arias, hijo del arquitecto que a mediados del siglo pasado construyó la casona y por lo menos otras cincuenta en Bogotá, cuenta cuál fue la inspiración de esa construcción que hoy vuelve a ser noticia.

“Fue su obra emblemática. Contaba que el señor Planas, que era  ecuatoriano, le dijo que se inspirara en la casa de “Lo que el viento se llevó”. Mi papá le puso el alma a las columnas y a la obra interior. Y contaba que en la sala, la chimenea interior es igual a la de la oficina oval del presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca”.

A mediados de los años setenta, el señor Planas, en el ocaso de su vida, decidió vender su mansión al Club Médico de Bogotá. Ahora, dicho club ha tomado la decisión de intervenir la casona para poder mantenerla como bien de interés cultural y financiar su sostenimiento. Su presidente, el doctor Carlos Pardo, explica que “es importante preservar este bien de interés cultural. Como sucede con todos los clubes en el país, el tema financiero no nos genera recursos suficientes para mantener la mansión. Hemos buscado de manera creativa la manera de salvaguardar este patrimonio de todos los bogotanos, y hemos querido abrir la mansión al público”.

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A cargo del proyecto estará Punto Clave Nuevo Club Médico. Su representante legal, Mauricio Suárez, explica que por primera vez en Suramérica, una casona de interés cultural será corrida, es decir, movida varios metros de su sitio original, para poder hacer un proyecto arquitectónico y urbanístico que la preserve y la sostenga.

“Los arquitectos que ganaron la licitación tuvieron la idea de correr la casa para generar una edificación suficiente que económicamente logre generar ingresos en el futuro. Ya tuvimos el caso del edificio Cudecom, que fue movido en 1974. Pero seremos pioneros en mover una casa de conservación como esta en Suramérica”, afirma Suárez.

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Los herederos del arquitecto de esa mansión de más de sesenta años consideran toda una proeza poder mover una casona, lo cual a veces es más difícil que mover un edificio, por la delicadeza con la que hay que adelantar la intervención. Roberto Noguera, otro de los hijos del arquitecto Alfonso Noguera, dice que “sin duda es una gran proeza de ingeniería eso de mover una casa por la forma de la estructura y lo larga que es en sus dimensiones. Tiene que estar muy bien amarrada para que en el desplazamiento no vaya a sufrir estructuralmente”.

Las obras que permitirán mover la Mansión Planas, en la calle 85 con carrera séptima A, en el norte de Bogotá, comenzarán el próximo año y seguramente tendrán impacto notorio en varios aspectos en esa zona de la ciudad.

Fuente

RCN Radio

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