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Con protestas culturales la comunidad Zenú ha rechazado amenazas de muerte.
Foto: suministrada.

El escenario es común en los llamados territorios ancestrales. Una asamblea de mayores, en su mayoría hombres, decide sobre una denuncia de abuso sexual a una mujer.

Diana Perafán, abogada experta en temas indígenas, asegura que habitualmente “prevalece el derecho del victimario sobre la reclamación de la víctima y termina esta última sometida al escarnio público”.

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Se estima que en los territorios indígenas, las cifras de denuncias por hechos violentos contra las mujeres, son menores al número real de casos que se presentan y “en algunos casos la gente prefiere no denunciar”, agrega Perafán.

 

El poder de la mujer desde los propios cabildos

 

Ana María Ramos Trochez, dirigente nativa del norte del Cauca y actualmente líder del Proyecto Nasa en Toribío, destaca que es necesario empezar por generar entre las mujeres indígenas un conocimiento propio de sus derechos especialmente frente a casos de violencia, pues la tradición incluso naturalizó este tipo de hechos.

“Debemos tener todos esos conocimientos para poder ayudar a otras compañeras porque muchas veces ven normal ese tema de la violencia sexual o intrafamiliar porque así nos han hecho creer, que somos de la casa, que no tenemos derecho a formarnos”, advierte la líder.

Según Ramos Trochez, la necesidad de impartir justicia dentro de los cabildos está acompañada de la prioridad de entender el origen de la violencia contra las mujeres pues “no hay todas las condiciones para hacer esa aplicación de justicia y ese acompañamiento sicosocial a las víctimas”.

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Quien comete un acto de violencia contra una mujer indígena es visto, dentro de los territorios ancestrales, como una persona con una enfermedad. Por eso impartir justicia es aplicar remedio.

'Fuete' o latigazos, el cepo, que es una herramienta para inmovilizar a una persona y la cárcel, a veces en su propia casa, están entre los castigos que hoy se imparten a los victimarios de las mujeres indígenas. Un hecho que muchas veces no atiende las necesidades de la víctima.

“Estamos haciendo una investigación desde la parte cultural para conocer por qué los compañeros hombres están desarmonizando el territorio”, puntualiza Ana María Ramos.

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En los cabildos indígenas, las mujeres han decido buscar una adecuada aplicación de la justicia propia y evitar que sigan siendo víctimas de violencia sexual e intrafamiliar. Aseguran saber que es un largo camino para cambiar costumbres y creencias ancestrales.

Audio

Justicia propia y violencia contra las mujeres

0:27 5:25
Fuente

RCN Radio

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