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Así quedaron los zapatos de Yamile Arango, víctima de violencia de género
Así quedaron los zapatos de Yamile Arango, víctima de violencia de género
Foto: Yamile Arango

Golpes, abusos, humillaciones, insultos y lesiones físicas y psicológicas deben soportar a diario miles de mujeres en las veredas y en las ciudades de Colombia. Y es que sin importar el estrato, muchas viven en su casa un verdadero infierno.

Sin embargo, vencieron el miedo y se atrevieron a denunciar en las Comisarías de Familia. Pero allí, según las denuncias, nuevamente se sintieron agredidas por los funcionarios que en algunos casos eran también mujeres. 

La historia de Yamile Arango 

Aunque han pasado pocos años del día en el que pensó iba a morir a manos del hombre que decía amarla, Yamile no olvida que tuvo que practicarse una cirugía en su nariz tras los fuertes golpes que su expareja sentimental le provocó, eso sin contar las terapias psicológicas a las que acudió para poder vivir después de tanto. 

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Pese a que denunció no pasó nada y tuvo que irse de Colombia para tratar de reconstruir su vida en medio de las heridas que en el alma le dejó quien le había jurado amarla y respetarla. 

Hoy, desde el exterior, relató en RCN Radio que no solamente las agresiones de todo tipo que recibió la marcaron para siempre, sino también la indiferencia de quienes la revictimizaron al denunciar y pedir justicia.

Algunas de los funcionarios con los que tuvo contacto, específicamente en las comisarías de familia, fueron mujeres y ellas, según recuerda, fueron aún más indolentes. 

"Cuando ocurrió mi caso de violencia doméstica tuve que pasar por todas las entidades para poder hacer mi denuncia. Cuando fui a la comisaría me dijeron que no era violencia doméstica porque, según ellos, al no ser mi esposo ni tener hijos no había violencia doméstica sino que era un simple caso de lesiones personales (...) Nada más eso me pareció terrible que en la comisaría de familia me rechazaran de esa manera y, además, me dijeran que para que denunciaba si al final de cuentas las mujeres que son maltratadas, terminan volviendo con sus abusadores", cuenta.

Yamile Arango dice estuvo a punto de morir a manos de su expareja sentimental; sin embargo, en la Comisaría de Familia a la que acudió buscando ayuda le recomendaron perdonarlo y seguir a su lado.

"Me dijeron que yo debería perdonarlo porque él había dicho en otras declaraciones ante la justicia que me amaba y que yo debería pensar en eso antes de denunciarlo", denuncia.

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Agregó que "me parece muy grave que las comisarías y las otras entidades de justicia manejan los casos de violencia, sí me pasó a mi que tenía un poco de conocimiento sobre estos temas, que puede pasarle a quienes no tienen ni las herramientas ni tampoco el tiempo". 

Arango dijo que la Fiscalía General fue la única que atendió su caso; sin embargo, señaló que prácticamente la obligaron a conciliar lo que para ella era inconciliable.

"Ellos te obligan a hacer una conciliación y en la Comisaría de Familia fue lo mismo; si una mujer maltratada al primer lugar que acude es a una comisaría de familia, le van a buscar todas las excusas para decirle que no pueden hacer nada con su caso", asegura.

Yamile Arango tuvo que someterse a una cirugía, tras haber sido atacada por su compañero sentimental
Yamile Arango tuvo que someterse a una cirugía, tras haber sido atacada por su compañero sentimental
Foto: Yamile Arango

Violencia física y económica: el caso de Catalina Mejía

Catalina Mejía es una mujer y madre aguerrida y trabajadora que buscó aumentar la cuota alimentaria del padre de su hija, teniendo en cuenta que ella asume la mayoría de los gastos. Sin embargo, la comisaria que la atendió, luego de tres meses de estar esperando por esa cita, no solo le negó el aumento sino que le redujo la cuota. 

"Yo fui a la Comisaría de Familia solicitando regular el aumento de cuota alimentaria para mi hija, pero no recibí un respaldo sino que por el contrario me dieron la espalda. Ese día llegué con los documentos que demostraban los gastos mensuales de mi hija, pero la comisaría se mostró a favor del papá de mi hija, diciendo que él no tenía plata, que no le alcanzaba lo que ganaba y que yo debía ser más consciente". 

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Agregó que "él ofreció un valor mucho más bajo de lo que la niña gasta mensualmente y ella decidió que la cuota quedaba en lo básico. Es decir, mucho menos de lo que incluso él estaba aportando y bajó la cuota alimentaria".

Catalina Mejía señaló que la comisaria le pidió entender la situación del padre de su hija, pero no tuvo en cuenta sus necesidades y la situación económica que actualmente atraviesa.

"Me mandó a contratar un abogado para hacer todo el trámite por juzgado, en este momento un abogado me cobra entre tres y cinco millones de pesos para llevar el proceso y que sea un juez el que decida equitativamente, el monto de la cuota alimentaria", precisa.

En RCN Radio conversamos con la abogada experta en violencia de género de Sisma Mujer Karla Pérez, quien describió algunos de los principales obstáculos que las mujeres enfrentan en las comisarías de familia a la hora de denunciar. 

Según indicó, la violencia institucional genera revictimización en quienes han sido agredidas física, psicológica o sexualmente

"Entre los principales obstáculos o dificultades a las que las mujeres se enfrentan cuando acuden a las comisarías de familia buscando una asesoría jurídica, atención psicosocial y medidas de protección es la revictimización, muchos de los funcionarios y funcionarias no tienen perspectiva de género ni perspectiva de derechos humanos de la mujer, al examinar las situaciones de violencia que ellas van a denunciar", dijo. 

La abogada cuestionó que les pidan a las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia, que presenten pruebas con las que demuestren que fueron realmente agredidas, cuando en muchos casos no tienen posibilidades de hacerlo por el contexto en el que ocurren los ataques. 

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"En ese sentido, no reconocen por ejemplo que este de tipo de violencias ocurren por lo general en ámbitos privados, en donde es muy difícil probar a través de grabaciones o audios porque los agresores se cuidan mucho de que sus agresiones no queden registradas, entonces las mujeres se encuentran con funcionarias o funcionarios que les dicen que como no llevan pruebas no pueden ni siquiera entrevistarlas y les piden que por favor regresen a sus casas", dijo.

La experta en violencia de género sostuvo, además, que al pedirles que regresen al lugar en el que fueron violentadas las enfrentan a nuevos riesgos:

"Les dicen que la próxima vez que puedan grabar las agresiones, acudan a la Comisaría de Familia. Es decir, la función de prevenir las violencias y de proteger a las mujeres es totalmente desconocida y obviada por las comisarías de familia y en su lugar enviar a las mujeres que se expongan a nuevas situaciones de riesgo porque como autoridades no actúan con la debida diligencia en estos casos". 

Mencionó que otro de los derechos vulnerados a las mujeres violentadas es la confrontación a las que las someten con sus agresores. 

Recientemente, el presidente Iván Duque y el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, socializaron la ley 2126 con la que reglamenta que las comisarías de familia ubicadas en Colombia, deberán funcionar las 24 horas del día. 

En Colombia funcionan actualmente 1.273 comisarías de familia y, por medio de esta ley, se garantizará que tengan una mayor autonomía territorial y una naturaleza jurídica de entidad municipal, lo cual permitirá tener mayor capacidad de dirección y seguimiento de las políticas contra la violencia intrafamiliar. 

Además, se implementó un proceso de fortalecimiento de las comisarías de familia que se está aplicando en los departamentos de Cauca, Nariño, Chocó, La Guajira, Bolívar, Córdoba, Atlántico, Magdalena, Arauca y Cundinamarca. 

"El objetivo de esta iniciativa es que las comisarías de familia fortalezcan la idoneidad de sus equipos, apropien criterios de atención inclusiva, adopten modelos de gestión que optimicen su actuar, generen un diálogo y aseguren una colaboración pertinente con las demás instancias llamadas a la prevención, la atención y la garantía de no repetición de los hechos que configuran violencias en el contexto familiar”, firmó el ministro Ruiz. 

Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre los meses de enero y agosto de este año 24.492 mujeres fueron violentadas dentro de sus hogares y 11.523 fueron víctimas de violencia sexual. 

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Reportó que en total 9.480 niñas y adolescentes fueron atacadas, mientras que 2.043 mujeres que superaron la mayoría de edad, también fueron agredidas.

Entre tanto, el Grupo Centro de Referencia Nacional sobre Violencia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, a través del Sistema Red de Desaparecidos y Cadáveres (Sirdec), reveló que que entre 2015 - 2019, se presentaron 5.013 muertes violentas de mujeres.

También se concluyó que en promedio durante este tiempo, 2,7 mujeres por día fueron asesinadas mientras que la mayoría de los crímenes ocurrieron en mujeres que oscilaban entre 20 - 24 años de edad. 

En ese informe se documentó que 21 niñas fueron asesinadas con edades entre los 0 y 4 años, mientras que se practicaron 49 autopsias a víctimas que oscilaban entre 5 y 9 años de edad; no obstante, en total 155 menores también fueron asesinados. 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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