Niños en Boyacá hacen música con instrumentos de papel
Con violines, violas, violonchelos y contrabajos hechos a escala real, lograron aprender la técnica y disciplina de una orquesta sinfónica.
En la vereda Vanegas de Sogamoso (Boyacá) 35 niños le dan vida a ‘La Orquesta de Papel’, un conjunto en el que las melodías se emiten desde sus voces y no desde los instrumentos y que, aunque no suenen, cumplen una importante función.
Así lo explica Raúl Bernal, docente de música y director de la orquesta, quien señala que implementó un modelo pedagógico europeo para enseñar esta técnica musical.
“En Boyacá tenemos una zona rural a la que es difícil llegar y, sumado a ello, no hay instrumentos para poder ensayar. Entonces me acordé de un modelo que existe en Europa y se está implementando ya en algunos países, como Venezuela y Argentina, del sistema y el plan de la orquesta de papel. Lo investigué y monté todo el repertorio de una orquesta de papel como tal”, resalta el maestro Bernal, quien lleva cerca de 25 años en la música.
Más en: Gobierno nacional dejará de operar los puntos Vive Digital
Bernal sostiene que “la orquesta de papel es un coro porque los niños van cantando las distintas canciones. Pero ¿qué hacemos? Nosotros mismos fabricamos a escala real nuestros instrumentos; los niños traen su papel, sus cartones, su pegante, sus maderas y sus materiales para fabricarlos. Es una orquesta de cuerdas frotadas:primeros violines, segundos violas, violonchelos y contrabajos y, adicionalmente, los niños tienen su repertorio de unas diez canciones en sus cuadernos”.
En la dinámica de aprendizaje, el profesor afirma que los niños adoptan todos los conceptos básicos y los fundamentos de una orquesta sinfónica, como la disciplina y la manera en que debe sentarse una orquesta de dicho nivel para que una vez tengan contacto con un instrumento sea más fácil manipularlo, debido a que ya han aprendido la técnica en el de papel.
“Ellos se aprenden los nombres de las cuerdas al aire, sin tener cuerdas porque son de cartón. Se aprenden sus nombres, aprenden a coger el violín, el arco, a reconocer las cuerdas, cómo se llaman las cuerdas, cómo se llama la primera posición, aprenden a sentarse en orquesta, como se sientan los primeros violines, los chelos, etc. Así mismo, mientras cantan las canciones ellos con su instrumento de papel van moviendo su arco haciendo los valores y también entonan, afinan y llevan el ritmo, que es algo tan importante en un niño de esta edad”, indica Bernal.
Los integrantes de ‘La Orquesta de Papel’ son niños entre los 7 y los 13 años de edad, quienes en su mayoría sueñan con ser cantantes cuando sean grandes y cuyo sueño han comenzado a materializar desde el momento en que elaboran sus instrumentos.
Así lo afirma Julieth Natalia, de 9 años, quien recorre cerca de una hora y media a pie desde su casa hasta el colegio Silvestre Arenas a tomar sus clases y a ensayar en la orquesta.
Así suena la 'Orquesta de Papel'
“Me gustaría tocar uno de verdad”
“Yo me llamo Julieth Natalia, tengo 9 años y mi violín es anaranjado con negro. Cuando entré a la orquesta de papel sentí como una emoción de que se me va a cumplir mi deseo”, dice la niña que cuando grande quiere ser cantante de bachata.
Entre tanto, Juan Sebastián, quien toca la viola dice que “me gusta la música porque puedo aprender como tocar los instrumentos, cogerlos y algún día me gustaría tocar uno de verdad. Mi mamá me ayudó a hacer el molde, a pintarlo y yo le coloqué las cuatro cuerdas”, dice el niño de 8 años, quien cuando sea grande quiere cantar cumbia y conocer la Costa Caribe.
Por su parte Sara Valentina, de 8 años de edad, cuenta que su instrumento -un violín de color café con negro- lo elaboró en compañía de su mamá. “Me ayudó y lo hice con cartón. Ella me ayudó a recortar la forma del violín, a pegarlo y a pintarlo para aprender música y a tocar los instrumentos”.
De interés: Nicaragüenses, los otros migrantes de América Latina
Sara, quien lleva cerca de un año en la orquesta, recuerda que hace unos meses conoció por primera vez el Teatro Sogamoso cuando se presentó con el grupo en un concierto y en el que fueron muy aplaudidos por los asistentes.
“Allá había una orquesta real, con instrumentos fabricados de verdad, me prestaron un violín y lo pude ver y tocar, hacerlo sonar fue muy bonito”, recuerda la pequeña música.
Según Catalina Monguí, secretaria de Cultura de Sogamoso, dotar una orquesta como la de papel, con violines, violonchelos o contrabajos, puede llegar a costar un poco más de 15 millones de pesos. Aunque el mensaje que llevan los niños con sus instrumentos de papel es muy enriquecedor.
“Si el instrumento sí es de estudio o para orquesta, un violín puede oscilar entre 500 mil pesos a un millón quinientos mil pesos, pero puede ir subiendo en esa escala. En esta orquesta de papel todos los instrumentos en una proporción adecuada puede que estén en unos 15 millones de pesos para una orquesta que pueda escucharse”, advierte Catalina
Monguí agrega que “la idea es involucrar al niño en ese proceso pedagógico de método, enseñanza, aprendizaje y llegar a tener una gran orquesta del área rural para nosotros es fundamental. No contamos con todos los recursos suficientes para tener dotación de instrumentos y por ello tratamos de inculcar en los niños desde lo más preciado que es cómo hacer su instrumento así fuera en papel”.
Sandro Condia, alcalde de Sogamoso, asegura que el déficit de instrumentos para los niños de toda la región supera los 1.200 por lo que, a través de una iniciativa, busca que el talento de dicha orquesta logre afinarse más.
“Queremos premiar a estos niños convocando a la ciudadanía en general, a empresas, fundaciones, bancos, corporaciones que nos quieran donar un instrumento y esa empresa dona el instrumento musical al niño y recibe el instrumento que el niño ha fabricado en cartón, en papel o en madera como símbolo de gratitud hacia quien le dona el instrumento al niño”, explica el mandatario.
Leer también: Un tubo, el transporte del futuro
Condia afirma que la orquesta de papel representa un mensaje: “que la escasez de recursos económicos los niños del campo no lo ven como un problema sino como una oportunidad en la cual ponen en su mayor esfuerzo la creatividad, aportan a la solución del problema y no se limitan frente a la falta de los recursos sino que van más allá. Nosotros por lo general nos estamos limitando ante la inexistencia de recursos y aquí nos están dando un mensaje, que no importa lo que nos haga falta, que la falta de algo en vez de ser un problema es una oportunidad para desarrollar muchas más habilidades como la creatividad”.
Canciones como Las figuras musicales, La arañita, La orquesta de papel, Manuelita la tortuga, El soldadito o el Cien pies hacen parte del repertorio que la orquesta de papel ha presentado en escenarios como el teatro municipal, el primero de muchos a los que quieren llegar con su talento y creatividad.
RCN Radio
