Peces enfermos con tumores, nuevo desafío para cirujanos veterinarios
Los médicos veterinarios de la Universidad Nacional explican que antes de la cirugía, el pez es sometido a 12 horas de ayuno.
Muy cerca del ojo, Boguy tiene un tumor de color pálido que sin duda resalta con el color de su especie (pez dorado). Y necesita una cirugía para que le sea removido.
El profesor Jaime Fernando González, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia cuenta cómo realizan estas cirugías a los peces, cada vez más frecuentes en Colombia.
Las estudiantes del profesor Fernando, Camila Serna y Alejandra Restrepo, hicieron una convocatoria por redes sociales dentro de la universidad, con el fin de encontrar a aquellos que tenían la necesidad de que sus mascotas fueran operadas.
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"Es una conexión de cariño la que tienen los dueños con sus mascotas. En este caso, con los peces. Por eso, las cirugías para quitar el tumor en este tipo de peces que son considerados mascotas son cada vez más frecuentes", indicó.
En el último mes, el profesor González y su equipo de estudiantes han operado cinco peces dorado con el mismo patrón. Tumores, unos más grandes que otros, que salen de la frente de los peces.
"Hemos encontrado en la literatura científica que los peces dorados tienden a tener este tipo de tumores, por lo que esta situación es más frecuente de lo que se pensaba", explicó.
[AUDIO] Entrevista: ¿Cómo se hace la cirugía a un pez enfermo por un tumor?
¿Cómo se hace la cirugía?
El protocolo en esencia es similar a una cirugía para humanos. Se evalúa al paciente, el grado de complejidad y tamaño del tumor. Se programa la cirugía con ayuno previo de doce horas.
"La anestesia tiene dos fases. En la primera se disuelve una concentración de anestesia y el pez es sumergido allí. El animal entra en un plano profundo de sueño, perdiendo su eje de nado y minimizando su frecuencia respiratoria", sostuvo.
Explica el profesor de la facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional que después de sumergir al pez en anestesia, es llevado a una especie de tanque -con una manguera en la boca- que tiene una menor concentración de anestesia.
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"La cirugía se hace por fuera del agua. La manguera entra por la boca, pasa por las branqueas y mantiene el animal en buenas condiciones durante los veinte minutos que necesitamos para hacer la cirugía".
Cuenta que la recuperación se hace en muy poco tiempo -otros 20 minutos más- y consiste en llevar al pez a un tanque de recuperación, donde pasa por sus branquias agua sin anestesia.
Este acuario, en particular, mantiene una temperatura de entre 27 y 28 grados centígrados para que los fármacos se metabolicen en el cuerpo.
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