Perder el empleo durante la cuarentena y cómo sobrevivir a la pobreza y el contagio
La pandemia ha generado despidos masivos de empleados que ahora buscar reinventarse para salir al otro lado.
El número de colombianos que ha resultado despedido de sus empleos durante los tiempos de pandemia en el país se ha incrementado considerablemente. De hecho, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló en días pasados que el desempleo en marzo llegó al 12,6 %, registrando un fuerte incremento frente al mismo periodo del año anterior cuando la tasa fue de 10,8 %.
Fue la primera cifra revelada por el Dane que desnudaba el impacto de la pandemia en el empleo en Colombia: el número de ocupados se redujo en 1 millón 581.000 solo en el mes de marzo.
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Incluso Rosamery Quintero, la presidenta de Acopi (el gremio que representa a las pequeñas y medianas empresas), reveló que el 39% de los empresarios optó por despedir a varios de sus empleados a finales del mes de abril, ante la falta de liquidez.
Ante esta situación conversamos con algunos de ellos, quienes dependían de su pago mensual para sostener a sus familias. Muchos salieron sin ahorros, como es el caso de María Helena, empleada en un hotel de la ciudad de Bogotá. A ella y otros compañeros los despidieron; ganaban el salario mínimo y salió sin tener ahorros.
[AUDIO] Esquivando caer en la pobreza extrema y el contagio sobreviven quienes perdieron su empleo por la cuarentena
“Lo que ganaba me daba para pagar la habitación y ayudar a mi mamá con algunos gastos”, comentó, al tiempo que señaló que son muchas las personas que, como ella, viven de su pago mensual.
Javier López trabajaba en una empresa de parqueaderos de Bogotá. Explica que en el mes de marzo le dijeron que por las circunstancias de la pandemia, le darían una licencia no remunerada por 15 días.
Sin embargo, "dos días después me llamaron para notificarme la terminación unilateral del contrato de trabajo y desde entonces estoy sin laborar", manifestó.
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Quedar sin empleo para muchos significa quedar con las manos vacías y quienes despiden argumentan que se han visto obligados por la pandemia. Natalia Morantes tiene desde hace 36 años un restaurante como negocio familiar; desde que empezó la cuarentena ha despedido a varios de sus colaboradores.
Asegura que prescindir de los servicios de sus empleados ha sido difícil, puesto que ya tenían más de diez años de estar acompañándola. “Las ventas bajaron un 75 por ciento, no tenemos cómo sostener el negocio”, afirmó.
Gerardo Pérez trabajaba en una empresa de diseños y decoraciones en madera. Él y veinte compañeros más fueron despedidos: "Mi familia depende de mí", indica.
Sin importar años de experiencia laboral, edad o condición social, miles de colombianos han tenido que enfrentarse a una realidad que jamás imaginaron.
Esas son algunas de las voces de quiénes hoy además de estar esquivando una pandemia, esquivan caer en la pobreza extrema que se prevé, afectará a millones de personas en todo el mundo.
RCN Radio
