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Colprensa

Era el año 1972 y en Montería se concertó el encuentro de boxeo entre el vallecaucano Joe Casarán y el chileno Eduardo Cartens, quien tenía una amplia fama de arrasar al contendor que tuviera enfrente. 

Cuentan los conocedores como Toño Sánchez Junior que todas las apuestas estaban a favor del chileno, pero este decidió hacer un tongo con su contrincante, con Casarán.  

Eduardo Cartens se le acerca a Joe Casarán, de manera secreta, por supuesto, y le dice que él se va a caer; es decir, que Cartens se va a caer en el cuarto asalto. Entonces, le da una plata a Casarán para arreglar todo; y a la vez Cartens a través de terceras personas apostó a favor de Casarán”, comentó.

Este experto en boxeo sigue contando que el tongo hasta el momento apuntaba a que Joe Casarán sería el ganador. Sin embargo, otros apostadores conocieron sobre esta negociación y le hicieron una nueva oferta a Casarán.  

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“Se fueron a donde vivía Casarán y le dijeron ‘te vamos a dar este billete para que tú te caigas en el tercer asalto’. Casarán recibió la plata; en este tipo de negocios la plata es por adelantado. Es decir, le recibió primero plata por adelantado a Cartens y después le recibió a estos apostadores por adelantado”, indicó. 

Todo estaba listo. El tumulto y el improvisado ring ubicado en el patio de una casa de la población esperaban a los dos boxeadores.  

“Empezó la pelea y al tercer asalto Joe Casarán cae a la lona luego de un intercambio de golpes y empieza el árbitro a contarle; cuando iba por ocho, Cartens se asusta y se acerca a donde él y le dice ‘párate cobarde, párate que yo no te he pegado, párate, y llega el conteo hasta el 10, y se mete el público y lo abraza, y Cartens lo que quería era soltarse para reclamarle a Casarán”, recordó. 

Otro de los supuestos tongos más sonados se remonta al año 2004 cuando los equipos Valledupar Fútbol Club y Real Cartagena se disputaban un cupo por el ascenso. Cinco goles marcó el Real jugando como visitante. El periodista deportivo José Alejandro Martínez, recuerda esos minutos de juego:  

“Hasta el minuto 30 del segundo tiempo todo estaba normal. Lo raro comenzó a partir del minuto 33 cuando Real Cartagena comenzó a anotar goles uno tras otro sin oposición. Hay que decir que más raro todavía era que la mayoría de la gente en el estadio gritaba que Valledupar se dejara hacer más goles. Pero todo esto tiene una historia detrás y no se puede hablar solo de corrupción y de dinero. Lo que pasó es que en la fecha anterior, el V.F.C había sido perjudicado de forma descarada por el árbitro en Cúcuta y lo mismo le pasó al Real Cartagena. Al final lo que creo que pasó fue un pacto deportivo para que el que estuviera más lejos de la final en determinado minuto se dejaba golear del otro. Puede ser antiético, puede sonar antimoral, pero es lo que creo que pasó ese día”.  

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Francia, hija del primer campeón de la Vuelta a Colombia, Efraín “El Indomable Zipa” Forero, comentó cómo su padre quien hoy tiene 91 años, exponía en su tiempo de juventud cómo aun estando él de primero en una competencia, vio ganar a otros cuando ni siquiera le pasaron por el lado.  

“Entre las historias que contaba mi padre, él decía que en la segunda Vuelta a Colombia apareció un ciclista muy reconocido. Él dice que no lo vio adelantarlo en carretera; era mi papá quien llevaba la delantera, y lo único que pasó al lado de él fue un camión y cuando él avanzó ya iba empatado con otro ciclista y el ciclista apareció de la nada. Es que usaban mucho meter  a los ciclistas entre los carros y así llevarlos hasta la meta. Esta práctica se usó por muchos años porque el juzgamiento era difícil por el estado de la carretera que no permitía que los jueces pudieran acompañar a los deportistas”, relató.  

¿Y qué se conoce sobre trampas en el atletismo?

El profe Héctor Palau, responde:  

“En los comienzos de la media maratón de Bogotá, el evento ícono de la capital de la República, hace un poco más de 20 años, hubo atletas que osadamente cuando la salida era en la plaza de Bolívar, ellos disponían de su propia salida haciendo trampa en el Parque Nacional; se metían a la carrera cuando los atletas pasaban por ahí, los de la categoría élite se colaban, hacían esa trampa, y resultaban de una vez castigados.  

Agregó que “los atletas para poder tener partido oficial debían pasar por la foto celda que identificaba y daba realmente los tiempos oficiales a la prueba. Al no salir del sitio oficial pues no accionaban esa foto celda y cuando llegaban a la meta creían que habían hecho una gran actuación pero no estaban calificados porque no habían accionado su propio registro cronométrico. De modo que hacían una trampa y automáticamente quedaban castigados”.  

Tongos y otras trampas sonadas en el deporte colombiano. 

Fuente

RCN Radio

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