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Los resultados serán entregados el próximo 19 de mayo.
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Para acceder al mercado de los títulos falsos lo único necesario es contar con dinero. Si lo que se quiere son documentos de calificaciones, carnés estudiantiles y, según la oferta, replicas exactas de los diplomas de las instituciones, se puede adquirir un primer paquete que puede costar entre un millón y dos y medio millones de pesos.

Si lo que se quiere es que esos documentos sean verificables por cualquier persona o entidad, con registros de matricula o académicos incluidos, el costo puede llegar a los 15 millones de pesos.

Los sitios, que ofrecen este tipo de paquetes, son variados y se encuentran hoy día fácilmente en internet.

“No importa por qué necesite uno de nuestros productos, sabemos lo importante que es que un diploma se vea y se sienta real, por eso no escatimamos en gastos”, se escucha en una de las páginas que ofrecen este tipo de documentos.

Entre 10 y 15 días puede tardar la entrega de los certificados en el paquete que sea adquirido. Las alertas nuevamente se activaron en Bogotá porque recientemente se comprobó la expedición de certificados falsos del Centro Colombo Americano.

Janet Van Deren, directora de esta reconocida institución que ofrece formación en idioma inglés desde hace más de medio siglo, tuvo que atender el caso reportado y dice que se enteraron de lo ocurrido “cuando en algunas universidades les generó una sospecha”.

Uno de los certificados falsos detectados fue entregado en el Politécnico Gran Colombiano, por parte de un estudiante como requisito para graduarse. Billy Escobar, secretario general de la institución, explicó que el universitario fue expulsado. Escobar destacó que “permanentemente se hace validación de los certificados el tipo de certificación, cómo ha sido firmada” y otros “aspectos que se tiene en cuenta en las certificaciones”.

Las denuncias por la falsificación de títulos o certificaciones académicas se han incrementado, como consecuencia de los convenios establecidos entre universidades para facilitar la detención de este tipo de documentos.

“Hemos tenido el caso de una entidad oficial en donde una persona estaba buscando un aumento, una promoción en su cargo y entregó un documento falsificado que nos entregaron y obviamente nosotros tenemos toda la información de quienes han sido nuestros estudiantes en el pasado”, agregó Van Deren.

De la falsedad es responsable tanto quien expide o elabora el título como quien lo compra. Si el documento es de una entidad oficial la pena puede ser mayor y puede llegar hasta los 10 años de cárcel.

A pesar de los controles, de las penas de prisión y de las denuncias, los negocios ilegales de expedición de títulos y la presentación de los mismos, sigue en aumento denunciaron los representantes de las instituciones educativas.

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