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Antibióticos y productos de higiene amenazan ríos y quebradas

Foto: Colprensa - Luisa González



Investigaciones adelantadas por la Universidad Nacional alertan sobre la contaminación de ríos y quebradas provocados por el desecho de antibióticos y otros contaminantes emergentes comunes como la cocaína y la heroína, además de los productos de higiene personal.

El ingeniero químico y magister en medio ambiente y desarrollo, Edison Agudelo, realiza una investigación que consiste en la degradación del Meropenem, un antibiótico utilizado para el tratamiento de infecciones como meningitis y neumonía en hospitales de tercer nivel.

Agudelo encontró que tanto en los antibióticos, como en partículas que se encuentran en productos de aseo como cremas o artículos de belleza, es que tienen la característica de inhibir el crecimiento de bacterias y microorganismos, por eso, estas sustancias resultan resistentes a los tratamientos biológicos utilizados en las plantas de tratamiento de aguas residuales.

"En el caso de los antibióticos salen de forma natural, por las excreciones o por el procedimiento indebido de desecho y luego estas sustancias van a las agua residuales y por ser sustancias creadas para atacar microorganismos pues los procesos de depuración no las combaten y pueden llegar a ser perjudiciales para la salud y además contaminan los ríos", sostuvo Agudelo.

Agregó "La organización mundial de la salud consideró incluso que la resistencia de los microorganismos a los antibióticos era una de las amenazas más grandes hacía la salud mundial".

La sustancia comúnmente utilizada en los procesos de potabilización de agua es cloro, incapaz de atacar algunas de estas sustancias o, en casos peores, formar compuestos más tóxicos que los originales.

"Las moléculas que tienen estas drogas como la cocaína y la heroína son de difícil degradación, que aunque no sean tóxica en principio, tampoco pueden ser atacadas por microorganismos y logran que estos muten y se conviertan en agentes más resistentes", resaltó Agudelo.

Una de las alternativas es diseñar pequeñas plantas de tratamiento de aguas residuales hospitalarias, que tendrían componentes biológicos y fisicoquímicos, encargadas de eliminar este tipo de contaminantes, antes de que viajen por las alcantarillas hacia los ríos.