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Síndrome de abstinencia
Foto: Pixabay

Actualmente en el país la inseguridad está disparada, y la delincuencia ha implementado un sinnúmero de estrategias y retomado algunas formas tradicionales para poder robar a las personas, para que estas queden en estado de indefensión usando fármacos para poder drogarlas.

Por lo general, lo hacen a través de medicamentos formulados, que deben ir bajo prescripción médica, sirven como hipnóticos sedantes o como inhibidores del sueño.

Una de estas es la escopolamina (también conocida popularmente como burundanga), esta droga es un alcaloide natural obtenido de la semilla del cacao sabanero o borrachero.

Esta sustancia suele ser usada para reducir a las personas y para hacer que queden sin voluntad propia, por tal razón, es la predilecta de las organizaciones criminales para cometer actos ilícitos, secuestrar y robar.

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¿Cómo actúa en nuestro cuerpo?

Cuando la escopolamina se absorbe en nuestro organismo, ocasiona un estado de somnolencia y sumisión profunda. La principal característica del consumo de burundanga es la amnesia lagunar, esto quiere decir, la pérdida total de nuestra memoria ante lo que nos ha sucedido.

Este fármaco se absorbe fácilmente en el tracto gastrointestinal y suele administrarse a las víctimas en bebidas como gaseosa, café y licores. También en dulces o chocolates.

"Los síntomas del consumo de burundanga suelen aparecer de una a cuatro horas después de la intoxicación, se absorbe rápidamente en el tracto digestivo y se distribuye ampliamente en el cuerpo. Durante las primeras 12 horas se excreta la mayoría de la droga mediante la orina", indica un informe del Instituto Castelao (centro de desintoxicación y tratamiento de adicciones en España).

Normalmente, una persona que ha ingerido esta sustancia experimentará disminución de la secreción glandular, produciendo resequedad de piel; dificultad para digerir alimentos y hablar; sed; pupilas dilatadas (midriasis) con visión borrosa y reacción tardía a la luz.

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La escopolamina también se manifiesta con enrojecimiento de la piel por vasodilatación cutánea y disminución de la sudoración. La frecuencia cardíaca suele aumentar y puede llegar producir retención urinaria por espasmo del esfínter.

En dosis muy altas, la escopolamina suele desencadenar en arritmias cardíacas, taquicardia severa, fibrilación, insuficiencia respiratoria, colapso vascular y muerte.

¿Hay otras sustancias aparte de la escopolamina?

“En general las sustancias son: alcohol etílico, benzodiacepinas, hipnóticos no benzodiazepínicos, barbitúricos, fenotiazinas, antidepresivos tricíclicos, Gama-hidroxibutirato, Gama-butirolactona y 1,4-Butanediol y Ketamina, entre otros”, explicó la médico especialista en Toxicología Clínica de la FUCS, Alejandra Bello Benavides.

Según la experta, en la mayoría de los casos estos medicamentos (también llamados Drogas Z), son de control especial y solo deben ser suministrados con una formula médica, sin embargo estos fármacos pueden ser conseguidos en el mercado negro y en muchos casos en droguerías de barrio donde no hay controles rigurosos por parte de las autoridades.

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De acuerdo con cifras la Secretaría Distrital de Seguridad, en lo corrido del año se han incrementado los hurtos cometidos con uso de escopolamina en Bogotá en un 76 %.

En el primer trimestre del año se presentaron 380 casos de robos con escopolamina, mientras que el primer trimestre del 2021 las cifras ascendían a 215 casos.

Mientras tanto, en un reporte de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía Nacional, se pudo comprobar que del 1 de enero al 30 de abril del año en curso, se registraron 553 casos de víctimas con escopolamina, se emplearon en delitos sexuales y en cuatro modalidades de robo, solo en la ciudad de Bogotá.

Cabe resaltar, que en el robo a personas es donde más se emplea esta droga, donde registra un número de 484 casos, seguido por 29 cuando el hurto es a residencias. Para despojar de vehículos también se está usando la burundanga, pues se tienen reportados 11 casos de robo a carros y cuatro a motocicletas.

Fuente

Sistema Integrado Digital

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