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Mitos y verdades sobre la donación de leche materna
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Un informe de la Fundación Pandi y la campaña GenCero reveló que Colombia tiene actualmente un promedio de nueve por cada cien niños con desnutrición crónica o retraso en talla, una condición multicausal que altera el desarrollo físico y cognitivo de los niños en sus primeros cinco años de vida.

El estudio menciona que la prevalencia de la desnutrición se da especialmente en contextos con inseguridad alimentaria, anemia en mujeres de edad reproductiva, bajo peso de la madre, bajo peso al nacer, bebés sin lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y sin lactancia materna complementaria hasta los dos años.

Asimismo, el documento expone que la desnutrición afecta directamente el desarrollo cerebral de los niños, pues establece que las personas que no tuvieron una alimentación balanceada durante la niñez pueden tener hasta 14 puntos menos en cociente intelectual en comparación de un menor que sí la tuvo.

También puede registrarse como seis años de retraso en escolaridad y un salario hasta del 54 % menos del que pueden alcanzar las personas que se desarrollan integralmente en la infancia.

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“Después del nacimiento, el crecimiento del cerebro depende de manera crítica de la calidad de la nutrición de un niño. La lactancia exclusiva se encarga de cuidar el cerebro, especialmente, en los primeros seis meses de vida”, expone la campaña GenCero.

Jorge Eliécer Botero López, profesor de Nutrición Clínica Pediátrica de la Facultad de Medicina Universidad de Antioquia, manifestó que la desnutrición crónica no es solo cuestión de baja talla para la edad esperada, sino una gran preocupación de desarrollo y bienestar social y económico de los países.

“Una de las consecuencias más importantes de la desnutrición materna es el bajo peso del niño al nacer, un problema que en Colombia ocurre en nueve de cada cien nacimientos, además del parto prematuro, que también agrava el bajo peso del recién nacido", sostuvo el pediatra.

Explicó que el menor que tiene esta condición "es más propenso a infecciones graves, a tener periodos de hospitalización más prolongados alejado del amor de sus padres y de su familia, lo que agrava aún más su desarrollo, con consecuencias importantes para el resto de su vida”.

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Las instituciones también mencionaron que dichas afectaciones se dan ya que una cantidad importante de desarrollo cerebral ocurre durante el embarazo, pues con solo seis semanas el feto empieza a moverse.

Ya que antes del comienzo del segundo trimestre, el bebé puede chupar, tragar, estirarse e, incluso, chuparse el dedo y hacer movimientos respiratorios, acciones que se dan como el comienzo del crecimiento y desarrollo del cerebro.

Según el estudio, “al momento de nacer el cerebro pesa aproximadamente 350 gramos; a los 14 meses casi que ha triplicado su tamaño, es decir pesa 900 gramos. A los cinco años ya ha alcanzado el 90% de su peso definitivo. Esto quiere decir que durante el primer y segundo año de vida el cerebro crece a una velocidad impresionante por minuto, porque su estructura se está organizando para llegar a desarrollar su compleja actividad”.

¿Por qué es importante la leche materna? 

Paula Andrea Henao Mejía, pediatra de la Universidad de Antioquia y consultora internacional en lactancia materna, aseguró que la leche materna ofrece la proporción óptima de nutrientes con características específicas para promover el adecuado crecimiento del cerebro, favoreciendo especialmente la conexión de las redes neuronales.  

"No existe nada que reemplace la calidad integral de la leche materna, pues esta es un líquido vivo que se adapta a las necesidades de cada bebé. Pero, además, cuando el bebé se amamanta en brazos de su madre logra la estimulación simultánea de todos sus sentidos, huele y saborea la leche, escucha el latir del corazón materno, su voz y su respiración, observa su rostro y siente la calidez y firmeza de los brazos que lo rodean, integrando así todas las sensaciones que favorecen el neurodesarrollo”, puntualizó la pediatra.

Finalmente, el estudió demostró que los departamentos de La Guajira, Nariño, Boyacá, Cauca y Bogotá son los que más altas cifras de desnutrición infantil presentan en el país.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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