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Incertidumbre
Foto: Pexels

Los acontecimientos de los últimos años son una prueba fehaciente de que los seres humanos no estamos preparados para lo desconocido o para el futuro, primero una pandemia, luego una crisis económica a raíz de esta, y posteriormente una latente Tercera Guerra Mundial.

Pero ¿Por qué nos atormenta la incertidumbre y nos preocupa lo que vendrá?

La incertidumbre se puede definir como falta de evidencia, es decir, la ausencia de seguridad o conocimiento sobre lo que va a ocurrir en una determinada situación. Además la “incertidumbre” se aplica para denominar los miedos o nervios que nacen por cierta indecisión al hacer o actuar.

En la actualidad, la incertidumbre es una de las principales causas de nuestros estrés, ya que también interrumpe nuestra capacidad de planificar para el futuro.

Normalmente, nuestros cerebros toman decisiones para el futuro basándose en nuestras experiencias pasadas. Cuando este es incierto o estamos experimentando algo nuevo, no podemos confiar en experiencias pasadas para informar nuestra toma de decisiones.

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Sin esa herramienta, podemos estar ansiosos por lo que nos depara el futuro, pasar por varios escenarios y preocuparnos por ellos.

"A nuestra mente le gusta planificar el futuro utilizando nuestro conocimiento de nuestras experiencias pasadas para anticipar lo que nos deparará. El miedo a lo desconocido hace que nuestra mente se preocupe por la anticipación de la amenaza futura", indicó la psiquiatra, Anisha Patel-Dunn.

El miedo a lo desconocido puede desencadenar el estado fisiológico del estrés, Esta condición que a menudo activa nuestra respuesta de lucha o huida, da como resultado cambios físicos como aumentos hormonales y un aumento de la frecuencia cardíaca.

Con el tiempo, el estrés crónico puede tener un impacto negativo en su salud, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y pérdida de memoria.

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"Si estás constantemente consciente y preparándote para la incertidumbre y los posibles malos eventos, y por lo tanto estás constantemente en modo de lucha o huida, construyes un patrón de estrés crónico y te haces más propenso al miedo y la ansiedad", aseguró la doctora y experta en psicología, Rebecca Sinclair.

Los científicos estudian la "intolerancia de la incertidumbre", o las creencias negativas que las personas tienen sobre la incertidumbre, que pueden conducir a reacciones emocionales o de comportamiento poco saludables cuando la incertidumbre inevitablemente se presenta.

La baja tolerancia a la incertidumbre se ha asociado con condiciones de salud mental como la depresión, la ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Una mayor tolerancia a la incertidumbre, por otro lado, puede disminuir los niveles de estrés, porque las personas no se fijan en las incertidumbres que están fuera de su control.

Aceptar la incertidumbre es clave para tu salud mental, es más saludable aceptarla durante los grandes cambios, al igual que lo hacemos en nuestra vida cotidiana normal. Y aunque los giros y vueltas inesperados de la vida no siempre parezcan positivos, es importante ser realista sobre cuánto control se tiene realmente.

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"La aceptación se puede considerar como lo opuesto a la negación. No queremos incertidumbre y, sin embargo, es parte de nuestras vidas. Estar dispuesto a experimentarla y aceptarla como parte de nuestras vidas, no es que nos guste", explicó Sinclair.

 

 

 

 

Fuente

sistema Integrado Digital

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