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Referencia pacientes coronavirus.
AFP

El llamado “Covid persistente”, o Long Covid, que afecta a los pacientes con covid-19 después de salir de la fase aguda de la enfermedad, tienen reincidencias de síntomas como fatiga, disnea (dificultad respiratoria y falta de aire), problemas gastrointestinales y dolor de cabeza, entre otros, que afectan su calidad de vida y el funcionamiento del cuerpo.

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En algunos casos estos síntomas pueden aparecer seis meses después de superada la enfermedad, y afecta no solo a quienes pasaron por una unidad de cuidados intensivos (UCI), sino también a quienes tuvieron cuidado en casa o presentaron la enfermedad en forma leve.

Según el Laboratorio de Movimiento Corporal Humano, del Programa Renace de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), desde julio del año pasado se han atendido cerca de 36 pacientes con signos y síntomas de covid persistente, el 2,9 % de los cuales todavía presentan problemas en el cuidado personal, el 17,6 % tiene problemas relacionados con malestar al ejecutar actividades cotidianas y el 20,5 % presenta dolor moderado de cabeza, articular y muscular.

“Es un tema de atención en salud que sigue generando una subconsulta en los servicios de salud, afectando la calidad de vida y el retorno gradual a la normalidad que se espera que tenga una persona poscovid”, explicó el doctor Wilder Villamil Parra, fisioterapeuta y especialista en fisioterapia en cuidados intensivos y candidato a doctor en Ciencias Biológicas, a la agencia de la Unal.

Los síntomas del long covid

Según los reportes del Ministerio de Salud y Protección Social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades de control, dentro de los síntomas más persistentes se encuentra la disnea, la fatiga por esfuerzos leves como desplazarse de un lugar a otro, alteraciones de tipo gastrointestinal, trastornos de la atención, dolores de cabeza, depresión y ansiedad persistente, los cuales no existían antes de la infección por covid-19

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“Lastimosamente, los efectos que aún se siguen conociendo de covid-19, como los diferentes procesos fisiopatológicos, han dado paso a tener sintomatología persistente por semanas o meses, y eso ha llamado la atención en temas de salud pública de cómo la persona sobrevive con un síntoma, por ejemplo de fatiga persistente o el dolor de cabeza, y cómo esto afecta su calidad de vida”, señala el experto.

¿Cómo evitar el long covid?

Algunas de las recomendaciones incluyen identificar si las personas están presentando malestar posesfuerzo, que puede ser una actividad diaria que antes no le representaba ninguna fatiga, también si han desarrollado alguna enfermedad cardiaca, con sintomatologías como taquicardias con esfuerzos muy pequeños (como subir o bajar escaleras rápidamente) o dolor en el pecho, entre otros.

“La desaturación de oxígeno es otro síntoma que se puede seguir presentando en algunas personas con actividades ligeras, como caminar o correr con el perro, o levantar peso en casa, así como señales de intolerancia ortostática, es decir cuando una persona está sentada o acostada y al levantarse presenta mareo, visión borrosa, que puede ser un riesgo en un escenario exterior como los gimnasios, parques o sitios de entrenamiento”, explica la profesora Diana Alexandra Camargo, fisioterapeuta y coordinadora del Laboratorio del Movimiento Corporal Humano

Según la experta, esos elementos se identifican con el apoyo de un profesional de la salud que pueda planificar e incluso prescribir el ejercicio, ya que en estas condiciones las personas deben tener cuidado de incurrir en cualquier actividad física de alta exigencia física.

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“Contrario a lo que creen muchos pacientes al salir de la UCI, la quietud genera mayores complicaciones, acentuando o agravando las consecuencias del covid-19, lo ideal es redirigir esas rutinas de entrenamiento a los profesionales de la salud, para que se amolden a las condiciones y capacidades de cada persona”, concluyó la experta.

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