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Uso excesivo de dispositivos electrónicos podría afectar desarrollo motor en niños, según estudio

Foto referencial de Ingimage


Un estudio realizado por la Universidad Nacional indica que el uso excesivo de dispositivos electrónicos podría estar afectando el desarrollo motor en niños, modificando la forma en que desarrollan y perfeccionan sus destrezas motoras y ejecutan movimientos.

Según Angélica Alarcón, magíster en Neurociencias de la Universidad Nacional de Colombia, lo normal es que los niños primero desarrollen sus habilidades motoras gruesas, es decir, movimientos de hombro, codo, cadera y rodilla, y después la motricidad fina, relacionada con la coordinación de movimientos finos y precisos.

Sin embargo, el uso cada vez mayor de tabletas, smartphones o videojuegos evita que los niños hoy en día realicen prácticas como saltar o correr, que desarrollan las habilidades motores gruesas, modificando de esta forma los tiempos de desarrollo de las diferentes etapas de crecimiento.

Según la experta se encontró en el estudio que el 34% de los menores evaluados presentaba este trastorno, con dificultades no esperadas para su edad en alguna de estas áreas o en todas.

Asimismo estos niños presentaban bajo rendimiento académico, según reporte de sus docentes y padres.

"Estas habilidades motores gruesas son las que permiten que los niños tengan fuerza, que tengan reflejos y resistencia, logrando así desarrollar eficazmente las laborales escolares que le demanden, sin embargo, los niños de hoy en día no aguantan un dictado de dos minutos y se ven incapaces de seguir el ritmo al profesor por la postura y por el déficit de atención que producen estos aparatos tecnológicos", sostuvo Alarcón.

Este trastorno de aprendizaje motor se caracteriza por una dificultad en la adquisición y realización de habilidades perceptivas y motoras al realizar movimientos coordinados y precisos; además, los niños presentan bajo tono, debilidad muscular y baja resistencia.

“Los juegos son una oportunidad para que las habilidades motoras, sociales y cognitivas se desarrollen de forma adecuada. Con el avance tecnológico cada vez son más los juegos que demandan habilidades finas y coordinación, lo que implica que los menores se salten etapas de desarrollo”, explica la neurocientífica.

Cuando llegan a los colegios les exigen habilidades que ya deberían haber adquirido, pero lo cierto es que no están del todo fortalecidas. Esto impide una adecuada ejecución de las actividades escolares, teniendo en cuenta las demandas del contexto, lo cual genera frustración, evasión y dificultades de socialización en los niños.

El estudio además reveló que en promedio los niños solo salen los fines de semana una o dos horas al parque con sus padres y esto influye en la "la baja estabilidad articular a nivel proximal, es decir, poca firmeza en caderas y hombros; además, les resulta difícil asumir una posición y mantenerla, y los estímulos externos afectan el equilibrio", dijo Alarcón.